En su primera aparición pública tras un año en la clandestinidad, la líder opositora venezolana María Corina Machado confirmó que recibió ayuda del gobierno de Estados Unidos para ejecutar una fuga cuidadosamente planeada que la llevó desde un escondite en Caracas hasta la ciudad de Oslo, Noruega, donde llegó la noche del miércoles.
Su salida del país, mantenida en absoluto secreto y desconocida incluso por el Instituto Nobel hasta último momento, incluyó disfraces, diez controles militares, una peligrosa travesía marítima por el Caribe y un operativo aéreo coordinado con contratistas privados estadounidenses, según revelaron medios como The Wall Street Journal y El Nuevo Herald.
Machado inició su escape el 8 de diciembre disfrazada con peluca, atravesando un trayecto de 10 horas hasta un poblado pesquero. Al amanecer del martes, abordó una lancha de madera rumbo a Curazao, en medio de fuertes vientos y mar agitado, un tramo considerado el más riesgoso. De acuerdo con fuentes consultadas por el WSJ, la red que organizó la operación notificó a fuerzas estadounidenses para evitar confusiones con otras embarcaciones atacadas recientemente en la zona.
Tras llegar exhausta a Curazao, fue recibida por un contratista especializado en extracciones, proporcionado —según los reportes— por la administración Trump. El miércoles abordó un Legacy 600 que la llevó primero a Bangor, Maine, y luego a Oslo, donde aterrizó cerca de la medianoche.
Durante la huida, grabó un mensaje de agradecimiento a quienes “arriesgaron sus vidas” para ayudarla a salir del país. Al tiempo que ella viajaba, su hija Ana Corina Sosa Machado recibió el Premio Nobel de la Paz en su nombre frente a legisladores estadounidenses y líderes internacionales. El Comité Nobel reconoció que la opositora se encontraba en “una situación de peligro extremo”.
Ya en la capital noruega, Machado apareció en el balcón del Grand Hotel entre aplausos y gritos de “valiente”. Desde allí reafirmó su intención de volver a Venezuela, aunque enfrenta una orden que la declararía fugitiva si abandona el territorio, donde está acusada de conspiración, incitación al odio y terrorismo.
Según fuentes citadas por el WSJ, Machado descansará unos días tras vivir un año en condiciones de aislamiento y escasez. Después iniciará una gira por Europa para sumar apoyos internacionales a la causa democrática venezolana y, más adelante, viajará a Washington en busca de nuevos respaldos.