Redacción
México.- Aunque faltan aún tres años para que se realicen los comicios para la designación del nuevo presidente de México, algunos nombres ya comenzaron a salir a flote como posibles candidatos presidenciables que continúen con la Cuarta Transformación.
Hace algunos días Gerardo Fernández Noroña diputado del Partido del Trabajo (PT) se destapó como uno de los aspirantes a participar en las elecciones, sin embargo un funcionario se ha mantenido a la cabeza de las preferencias rumbo a los comicios de 2024: Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
De acuerdo con la encuesta realizada por Massive Caller, el canciller es el favorito de los mexicanos (28.3%) para ser el candidato de Morena y, en caso de obtener la victoria en las urnas, ser el próximo presidente de México.
Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de gobierno de la Ciudad de México, se encuentra en segundo lugar (25.3%), y le siguen Tatiana Clouthier Carrillo, secretaria de Economía (15.6%).
Entre las personalidades nombradas por los ciudadanos hubo una sorpresa. El tercer mexicano más rico, Ricardo Salinas Pliego, fue elegido como el cuarto posible candidato de Morena para ser jefe del Ejecutivo (8.5%).
También figuran Ricardo Monreal y Mario Delgado, a pesar de la ruptura interna que ha trascendido las últimas semanas dentro de Morena.
La casa encuestadora también le solicitó a los entrevistados que otorgaran el nombre del candidato opositor que le haría frente a AMLO y a Morena en 2024. El elegido fue Ricardo Anaya Cortés (37.3%), quien resurgió hace unos meses para realizar una gira por el país y criticar la gestión actual del país por medio de videos publicados en sus redes sociales.
A pesar del reciente escandalo que significó la Línea 12 del metro y en donde señalan a Marcelo Ebrard como uno de los involucrados, la popularidad del político no ha bajado de acuerdo con los resultados.
Cabe recordar que durante su administración como jefe de Gobierno del Distrito Federal (2006-2012), Ebrard promovió la construcción de la llamada Línea Dorada “como una obra con visión social” y cuyo propósito era dotar a miles de habitantes de la zona suroeste del Valle de México.