Dos años después del devastador paso del huracán Otis, que golpeó Acapulco con fuerza de categoría 5, el emblemático puerto mexicano aún lucha por levantarse de una de las peores crisis de su historia. Según empresarios locales consultados por EFE, la recuperación apenas llega al 60 %, en medio de una reconstrucción lenta, falta de apoyos gubernamentales y una ola de violencia que agrava la situación.
El empresario restaurantero Jesús Zamora Cervantes destacó que, pese a la adversidad, “el cariño que la gente le tiene a Acapulco ha sido fundamental para su recuperación”, gracias al esfuerzo conjunto de trabajadores, habitantes y autoridades que buscan devolverle la vitalidad a uno de los destinos turísticos más emblemáticos de México.
Sin embargo, reconoció que la infraestructura hotelera y comercial aún no se recupera completamente. Muchas empresas desaparecieron, varios hoteles permanecen cerrados o con oferta limitada, y los restaurantes operan con recursos propios. “Las pymes fueron las más afectadas: no hubo subsidios ni condonación de impuestos, ni siquiera programas de apoyo tras el huracán”, lamentó.
El sector náutico también resultó severamente golpeado: todas las embarcaciones se perdieron, y solo la mitad se han podido reemplazar. Pese a ello, los empresarios han buscado alternativas para mantener empleos y llevar ingresos a sus familias.
Tras la catástrofe de Otis en 2023, Acapulco sufrió un nuevo golpe en 2024 con el huracán John, que volvió a destruir parte de lo reconstruido. Aun así, el puerto ha logrado recuperar más de 16,200 habitaciones hoteleras, lo que representa el 82 % de su capacidad total, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Turismo de Guerrero.
Violencia al alza
Mientras Acapulco intenta reactivarse, la violencia vuelve a golpear con fuerza. En los últimos dos años, el puerto ha sido escenario de homicidios, extorsiones, secuestros y cobros de piso, que han provocado el retiro de múltiples inversionistas y empresas.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SENSP), solo en el primer semestre de 2025, Acapulco registró 319 asesinatos, de un total de 736 homicidios en el estado de Guerrero, que ocupa el sexto lugar nacional en violencia.
Además, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal incluyó nuevamente a Acapulco entre las 50 ciudades más violentas del mundo, reflejando la difícil situación de seguridad que aún enfrenta el puerto.
Pese a todo, los acapulqueños no pierden la esperanza. Con el turismo nacional retomando poco a poco su confianza, los empresarios locales aseguran que el puerto “sigue vivo y con ganas de resurgir”, decidido a recuperar el brillo que alguna vez lo convirtió en el corazón turístico de México.