México podría dar un paso histórico en materia de derechos humanos y salud. Este martes, activistas y organizaciones civiles presentaron ante el Senado de la República la iniciativa denominada “Ley Trasciende”, que busca legalizar la eutanasia y reconocer el derecho a una muerte digna en la Constitución mexicana.
El proyecto fue impulsado por Samara Martínez, activista y paciente con enfermedad renal terminal, junto con la Coalición Muerte Digna Ya. Su objetivo es modificar la Ley General de Salud y el Código Penal Federal para permitir que los pacientes en fase terminal puedan decidir, de manera libre y acompañada médicamente, el momento y las condiciones de su muerte.
“La Ley Trasciende no busca promover la muerte, busca humanizarla. Que ningún mexicano tenga que morir sufriendo con dolor o agonía. Porque morir con paz también es un derecho”, expresó Martínez durante su discurso en la sede legislativa.
La activista hizo un llamado a mirar “más allá del tabú y el dogma”, recordando que detrás de cada caso hay historias de dolor, esperanza y dignidad:
“He visto morir a compañeros en condiciones que ningún ser humano debería soportar. Les hablo desde la experiencia, desde las noches en vela y las lágrimas. Hoy estoy aquí, después de 10 horas conectada a una máquina, para decirles que sí se puede”, agregó.
La propuesta será presentada este miércoles ante la Cámara de Diputados, donde se espera pueda ser discutida en los próximos meses.
Actualmente, la Ley General de Salud prohíbe la práctica de la eutanasia y el suicidio asistido, considerados como “homicidio por piedad”, según el Artículo 166 Bis 21. Sin embargo, 20 estados del país ya reconocen la voluntad anticipada, una figura legal que permite rechazar tratamientos médicos en etapas terminales, aunque sin acelerar la muerte del paciente.
El debate social y ético está más vigente que nunca: siete de cada diez mexicanos apoyan la legalización de la eutanasia o el suicidio médicamente asistido, de acuerdo con una encuesta de 2022 de la organización Por el Derecho a Morir con Dignidad (DMD).
De aprobarse, la Ley Trasciende convertiría a México en uno de los pocos países de América Latina en reconocer el derecho a una muerte digna como parte del derecho a la vida misma, bajo una perspectiva de libertad y compasión.