Redacción
Washington. – En una decisión sin precedentes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dispuesto la liberación de Alex Saab, empresario colombiano y cercano colaborador de Nicolás Maduro, detenido en EE. UU. desde junio de 2020. La medida se lleva a cabo como parte de un complejo acuerdo diplomático que implica la liberación de al menos 10 ciudadanos estadounidenses que se encontraban en manos de la dictadura chavista, así como otros 20 presos políticos venezolanos.
Altos funcionarios del gobierno estadounidense, que prefirieron permanecer en el anonimato, explicaron que esta decisión fue el resultado de meses de negociaciones y consultas internas, en las que participaron países europeos y de Medio Oriente, incluyendo a Noruega y Qatar. El proceso también se enmarca en los acuerdos de Barbados entre el oficialismo y la oposición venezolana.
«Esta fue una decisión difícil para el presidente Biden, quien siguió de cerca las negociaciones durante varios meses, participando activamente en la deliberación interna y siendo informado de cada paso del proceso», señaló uno de los funcionarios de la Casa Blanca.
Aunque la liberación de Saab y otros tres venezolanos detenidos se presenta como un gesto de avance en el diálogo entre Estados Unidos y Venezuela, la Casa Blanca subrayó que el presidente Biden no interfirió con las investigaciones del Departamento de Justicia y que la medida fue un ejercicio de su autoridad para conceder el indulto.
El gobierno estadounidense había establecido un plazo hasta noviembre para la liberación de los ciudadanos estadounidenses y la habilitación de la candidata opositora María Corina Machado como parte de las condiciones para levantar sanciones parciales a las ventas de petróleo.
A pesar de este paso positivo en las negociaciones, se destaca que aún falta la habilitación de Machado y que el gobierno de Biden considera que es necesario continuar trabajando para asegurar elecciones libres y justas en Venezuela en 2024.
Este acuerdo histórico también implica la liberación de otros presos políticos venezolanos, entre ellos Roberto Abdul de Súmate y seis sindicalistas que llevaban casi dos años de reclusión en La Yaguara, Caracas. La Casa Blanca sostiene que este gesto contribuirá al progreso en las conversaciones, pero insta a seguir trabajando para lograr una verdadera democracia en Venezuela.