Este miércoles, la Cámara de Diputados, con mayoría de Morena y sus aliados, aprobó en lo particular la reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La aprobación se dio tras una intensa sesión de 12 horas en la que se discutieron las propuestas en lo particular, donde solo se admitieron tres modificaciones.
Con 357 votos a favor y 130 en contra, la reforma judicial fue enviada al Senado, donde Morena y sus aliados requieren un solo voto para alcanzar la mayoría calificada necesaria para su aprobación definitiva. La votación se llevó a cabo en un escenario inusual, la Sala de Armas de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, debido a que los trabajadores del Poder Judicial cerraron el acceso al recinto de San Lázaro en protesta.
La reforma busca que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular, una medida que, según los legisladores de Morena, tiene como objetivo lograr una justicia más independiente y en sintonía con las demandas del pueblo. Durante la sesión, el líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, defendió la reforma calificándola como «innovadora y única en el mundo», asegurando que responde al clamor popular de un sistema de justicia menos corrupto.
Entre las modificaciones aceptadas se incluye la inclusión del término «juezas» en el texto constitucional, la indemnización para jueces y magistrados que no participen o pierdan en las elecciones judiciales, y la autorización para que puedan ejercer como abogados fuera de su circunscripción durante dos años posteriores a su mandato.
Monreal reconoció que la reforma afectará a aproximadamente 1,600 trabajadores del Poder Judicial, lo que representa el 3.3% del total de empleados, pero subrayó que los cambios son necesarios para combatir lo que describió como una «putrefacción» en el sistema judicial.
Ahora, la reforma se encuentra en manos del Senado, donde se anticipa un debate igual de intenso que el vivido en la Cámara de Diputados. La aprobación en el Senado será crucial para que esta reforma se convierta en realidad y transforme el sistema judicial mexicano.