Redacción
México.- El pleno de la Cámara de Diputados aprobó varias reformas al Código Penal Federal para establecer una pena de prisión de hasta 22 años y medio a quien ataque a mujeres con ácido y otras sustancias corrosivas.
En el dictamen avalado en lo general, con 453 votos, adiciona un capítulo I Bis denominado “Lesiones inferidas con ácido o sustancias similares”, con un Artículo 301 Bis al Título Decimonoveno del Código Penal Federal, se establece que se impondrán de siete a 15 años de prisión y de 300 a 700 días de multas, a quien por sí o por interpósita persona, infiera lesión o lesiones a otra persona, utilizando para ello cualquier tipo de ácido, álcali, agente o sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica o inflamable.
“Cuando la lesión o sesiones afectan la cara, el cuello, el brazo, la mano o los órganos sexuales de la víctima, la pena aumentará hasta en un tercio, en su mínimo y en su máximo”, se expone.
“Cuando la víctima sea una mujer, persona con discapacidad o menor de edad, la pena se aumentará hasta en una mitad, en su mínimo y en su máximo”, señala la reforma al Código Penal Federal.
Asimismo, se establece que, si la lesión o lesiones afectan órganos o funciones vitales, ponen en peligro la vida o afectan más de la mitad del cuerpo se estará a la punibilidad prevista para el homicidio o feminicidio, en grado de tentativa, según corresponda.
También se adiciona el artículo 36 de la Ley General de Víctimas a fin de estipular que, a las víctimas de lesiones inferidas con ácido o sustancias similares, se garantizará el acceso a cirugías reconstructivas.
El documento refiere que los ataques con ácido o sustancias corrosivas menoscaban la integridad y la libertad humana de las víctimas, pues les ocasionan graves y notorias lesiones en diversos partes del cuerpo, como cara, rostro, cuello o manos. Afirma que las consecuencias de dichas conductas pueden observarse en diversos ámbitos de la vida de la víctima, pues trastoca su estado de salud y hasta su esfera social.
Menciona que los ataques con ácido son cometidos contra mujeres por factores como el rechazo de insinuaciones sexuales, las ofertas de matrimonio que reciben, los celos, el odio o la venganza. A partir de ello, es posible percibir la intención de dominio del agresor sobre la víctima para ocasionar cicatrices visiblemente notorias en el cuerpo y rostro, a fin de avergonzarlas y orillarlas al aislamiento, lo que profundiza la desigualdad y opresión en que se encuentra la mujer por los estereotipos sociales.
La Diputada morenista Alma Anahí González Hernández argumentó que en México no existe un banco de datos de las mujeres que han sido atacadas con ácido.
Sin embargo, expuso que algunas cifras indican que al menos son 3 mil 354 mujeres las que han sido víctimas de estos crímenes durante los últimos 12 años y que la mayoría de estas agresiones fueron perpetradas por hombres.
“Este dictamen hace realidad las legítimas demandas ciudadanas de las mujeres que forma parte de un paquete de 19 iniciativas a favor de las mujeres y en contra de todo tipo de violencia”, señaló.
En su intervención, la diputada Cecilia Márquez Alkadef Cortés expresó que una de cada tres mujeres ha sufrido en algún momento de su vida ha sufrido algún tipo de violencia de un tercero o por parte de su pareja.
Por su parte, la saxofonista veracruzana María Elena Ríos, quien es víctima de violencia ácida, agradeció a las y los legisladores por la votación con unanimidad y por la mención de la saxofonista como referencia y reconocimiento de este tipo de crimines.
“Compañeras, estos significa que vale la pena luchar; vale la pena ser fuertes y no desistir. Por favor denuncien, por favor no me dejen sola, porque yo tampoco las voy a dejar solas”, destacó.