El gobierno ultraliberal de Argentina informó este miércoles su decisión de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS), siguiendo el ejemplo de Estados Unidos. Así lo anunció el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa.
«El presidente (Javier) Milei instruyó al canciller Gerardo Werthein para retirar la participación de la Argentina en la Organización Mundial de la Salud«, declaró Adorni. La decisión se fundamenta en profundas diferencias con la gestión sanitaria del organismo, particularmente en lo referente a la pandemia de COVID-19, y en la defensa de la soberanía nacional frente a la injerencia de organismos internacionales.
Se retira Argentina de la Organización Mundial de la Salud.
— Javier Milei (@JMileiElecto) February 5, 2025
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Adorni justificó el retiro con críticas a las políticas sanitarias implementadas durante la pandemia bajo el gobierno del expresidente peronista Alberto Fernández, enfatizando que el prolongado confinamiento afectó severamente a la economía y las libertades individuales. «Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud», afirmó el portavoz.
Asimismo, el vocero aclaró que Argentina no recibe financiamiento de la OMS para la gestión sanitaria, por lo que la medida no implica pérdida de recursos. «Por el contrario, le da al país más flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto e intereses que requiere la Argentina», sostuvo.
El anuncio se produce poco después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmara una orden ejecutiva para retirar a su país de la OMS, argumentando que el organismo favorece a China y no defiende los intereses estadounidenses. Durante su primer mandato en 2020, Trump ya había intentado desligarse de la OMS, pero la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca revirtió la decisión.
El gobierno de Milei ha mostrado una fuerte alineación con Trump en materia de política internacional, compartiendo posiciones críticas respecto a la gestión de la OMS y al papel de los organismos multilaterales en temas de salud pública y cambio climático. Con esta medida, Argentina refuerza su postura de independencia en la definición de sus políticas sanitarias.