Redacción
México.- Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las muertes fetales en México aumentaron un 8.87% anual, alcanzando un total de 25,041 en 2022 en comparación con las 23,000 registradas en 2021.
La tasa nacional de defunciones fetales también experimentó un aumento, llegando a 72.2 por cada 100,000 mujeres en edad fértil, en comparación con el índice de 67 del año anterior.
El Inegi define la defunción fetal como la pérdida de la vida de un producto de la concepción antes de la expulsión o extracción completa del cuerpo de su madre, independientemente de la duración del embarazo.
De las muertes fetales registradas, más del 83.2% ocurrieron antes del parto, mientras que el 15.8% sucedió durante el parto y en el 1% de los casos no se especificó el momento.
El informe del Inegi señala que las principales causas de muerte fetal fueron las afectaciones al feto por factores maternos y complicaciones tanto durante el embarazo como durante el trabajo de parto y el propio parto, representando el 43.9% de los casos. La segunda causa más común fue «otros trastornos originados en el periodo perinatal», con un 29%.
El 81% de las mujeres que experimentaron defunciones fetales recibieron atención médica prenatal, mientras que el 15.3% no la recibió y el 3.7% no especificó. Las instituciones médicas del sistema público de salud, como la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), atendieron a la mayoría de las madres afectadas (73.1% en conjunto), mientras que las unidades médicas privadas atendieron al 12.7% de los casos.
San Luis Potosí fue el estado con la tasa más alta de defunciones fetales, con 101.4 por cada 100,000 mujeres en edad fértil, seguido de la Ciudad de México con 91.9 y Aguascalientes con 91. Las tasas más bajas se registraron en Oaxaca (39.6), Quintana Roo (42.1) y Sinaloa (46.1).