Redacción
Estados Unidos.- El sarampión, una enfermedad prevenible por vacunación, está experimentando un alarmante resurgimiento a nivel global, según datos recientes. Los casos de esta enfermedad altamente contagiosa han casi duplicado en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 321,582 casos en 2023, representando un incremento del 88% con respecto a 2022.
Los expertos, reunidos en el Congreso Mundial ESCMID, están profundamente preocupados por esta tendencia, que evoca recuerdos de la propagación del COVID-19. A medida que los brotes continúan surgiendo y, en algunos casos, intensificándose en varias naciones, las alarmas sobre la necesidad de una respuesta coordinada están sonando con fuerza.
El doctor Patrick O’Connor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que, hasta abril de 2024, se han reportado aproximadamente 94,481 casos de sarampión en todo el mundo. Sin embargo, la verdadera magnitud de la situación podría ser mucho mayor debido a retrasos en la notificación. Más preocupante aún es que casi la mitad de estos casos se concentran en la Región Europea de la OMS, con países como Yemen, Azerbaiyán y Kirguistán presentando las tasas de incidencia más altas.
A pesar de los avances en la última década en la lucha contra el sarampión, con una notable reducción en las muertes gracias a la vacunación, aún persisten desafíos significativos. La cobertura de vacunación debe ser amplia, uniforme y equitativa para prevenir brotes, pero lamentablemente, el número de países con brotes de sarampión ha aumentado considerablemente.
La preocupación se intensifica al observar que la mayoría de los casos de sarampión se registran en países de ingresos bajos y medianos bajos. Esto subraya la necesidad urgente de un enfoque global y coordinado para abordar este problema de salud pública. La pandemia de COVID-19 ha empeorado la situación al interrumpir los programas de vacunación, dejando a muchos niños sin acceso a las vacunas y contribuyendo al resurgimiento de casos en varias partes del mundo.
Para mantener los logros alcanzados en la lucha contra el sarampión, es fundamental garantizar una alta cobertura de vacunación y una respuesta rápida y efectiva a los brotes. La experiencia de la región de las Américas, donde se logró la eliminación del sarampión a través de estrategias integrales de vacunación, ofrece valiosas lecciones sobre cómo abordar este desafío de manera efectiva.
Sin embargo, alcanzar los objetivos de la Agenda de Inmunización 2030 y prevenir millones de muertes mediante la vacunación requerirá innovaciones y un compromiso renovado con los programas de inmunización a nivel mundial. El desarrollo de tecnologías como los parches de micromatriz de vacunas contra el sarampión y la rubéola representa un paso adelante en este sentido, ofreciendo alternativas que pueden mejorar la cobertura y la eficacia de las campañas de vacunación.