En 2024, los precios de los alimentos a nivel global registraron un incremento anual del 6.6%, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Este aumento estuvo impulsado principalmente por el encarecimiento del maíz, cuyo precio subió debido a una recuperación de las ventas de exportación y la escasez de oferta en Estados Unidos. Además, la fuerte demanda del maíz de origen ucraniano fue otro factor determinante.
Sin embargo, en diciembre, los precios de los alimentos mostraron una contracción mensual del 0.5% en comparación con noviembre, gracias a la disminución en los costos de algunos granos y el azúcar. Por ejemplo, el precio del trigo cayó un 14% debido a una mayor cosecha de granos en el hemisferio sur, mientras que el arroz se redujo un 1.2% en el mismo periodo.
El azúcar destacó con una caída del 5.1% en diciembre, impulsada por una mayor producción en Brasil, que superó las expectativas en la segunda quincena de noviembre, y el debilitamiento del real brasileño frente al dólar. A esto se sumaron menores precios de productos lácteos, aceites vegetales y cereales, lo que compensó el aumento del 0.4% en los productos cárnicos.
Las perspectivas para el precio del azúcar en 2025 apuntan a una tendencia a la baja. Esto se debe a las mejores proyecciones para los cultivos de caña de azúcar que comenzarán a cosecharse en abril en Brasil, así como al inicio de la temporada de molienda en India y Tailandia.
Con estos movimientos, la FAO subrayó la importancia de monitorear las dinámicas globales de oferta y demanda, ya que continúan siendo factores clave en la estabilidad alimentaria internacional.