Redacción
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere que su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acuda la próxima semana a la Cumbre de las Américas, aseguró este miércoles la Casa Blanca, que sigue sin ultimar la lista de invitados, entre amenazas de boicot si se excluye a algunos gobernantes.
Cuando solo faltan cuatro días para la inauguración en Los Ángeles, Estados Unidos sigue sin cerrar la lista, un motivo de fricción en las últimas semanas.
«Todavía tenemos algunas consideraciones finales», afirmó Juan González, el principal asesor de la Casa Blanca para las Américas, durante una teleconferencia.
«Hemos tenido conversaciones muy respetuosas y activas con México y el presidente mexicano solicitó que Cuba asistiera a la cumbre», afirmó.
Desde hace semanas México reclama que no se excluya a ningún gobierno de la cumbre que se celebrará del 6 al 10 de junio.
La semana pasada Kevin O’Reilly, coordinador de la Cumbre, afirmó que Washington descarta invitar a los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y Nicaragua, Daniel Ortega, a quienes considera ilegítimos desde su reelección. Se desconoce si acudirá el dirigente opositor venezolano Juan Guaidó, «el presidente legítimamente electo», según Washington.
Cuba es otro de los países a los que Estados Unidos se resiste a invitar. Aunque el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, ya adelantó que no iría «en ningún caso».
«Lo que ha hecho esta administración (…) es tratar a los países de la región como nuestros socios, cuyas opiniones tenemos que tomar en cuenta seriamente, ciertamente con México y con otros que han expresado una opinión», afirmó González.
«Hemos tratado de entablar una conversación y hemos sido muy respetuosos con las diferentes perspectivas», dijo, insistiendo en que el gobierno tomará pronto «una decisión final» en virtud de «las prerrogativas» que le confiere ser el país anfitrión.
Lo cierto es que el presidente Biden quiere «personalmente» que López Obrador acuda a la cumbre.
«Es difícil confirmar nada hasta que finalmente suceda, pero confiamos en que la cumbre tendrá una muy buena asistencia. Nuestra relación con México es y seguirá siendo positiva» y el presidente estadounidense «quiere personalmente» que López Obrador asista, según González.
Además de López Obrador, los mandatarios de Bolivia, Honduras y el bloque de 14 naciones del Caribe han puesto en duda su asistencia, mientras que Chile se ha sumado a los llamados de la mayor participación posible.
Argentina ha confirmado a la Casa Blanca la participación del presidente Alberto Fernández.
Para Estados Unidos lo importante «es por qué nos reunimos y centrarnos en nuestra responsabilidad colectiva por un futuro más inclusivo y próspero» para las Américas, «por lo tanto no hemos estado tan centrados en quién está invitado y quién no, y más en los resultados que queremos lograr en la cumbre», aclaró González.
En la teleconferencia, Brian Nichols, jefe de la diplomacia estadounidense para las Américas, insistió en que acudirán a la cita numerosos líderes del sector privado y de la sociedad civil «para abordar los problemas que afectan a las personas en su vida diaria».
La cumbre girará en torno a temas como el desarrollo económico, el cambio climático, la pandemia de Covid-19, las consecuencias de la guerra en Ucrania tras la invasión rusa y la crisis migratoria.
Estados Unidos se propone alcanzar una declaración regional sobre la crisis migratoria, uno de sus principales problemas en la frontera con México.
Esta declaración ayudará a las comunidades que acogen a los migrantes, fomentará las vías para una migración legal y contribuirá a «promover una gestión humana de la migración y un enfoque compartido para mitigar y gestionar la migración irregular», afirmó Nichols.
Biden aprovechará para tratar estos y otros temas con algunos dirigentes. Ha propuesto un encuentro bilateral, el primero, al brasileño Jair Bolsonaro.