Virginia Occidental se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en prohibir de manera generalizada siete colorantes sintéticos utilizados en cereales, bebidas y caramelos. La medida, firmada esta semana por el gobernador republicano Patrick Morrisey, responde a crecientes preocupaciones sobre los efectos de estos aditivos en la salud, especialmente en niños.
«No más colores tóxicos, no más envenenarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos. No más riesgos innecesarios. Nuestra salud no está a la venta», declaró la senadora republicana Laura Wakim Chapman, impulsora de la ley.
Los riesgos de los colorantes en la salud
Treinta y seis aditivos de color están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en EE.UU., incluidos nueve colorantes a base de petróleo, como el Rojo 3, recientemente prohibido en el suministro de alimentos del país con un plazo hasta 2027 para su eliminación. Estudios han vinculado estos aditivos con problemas de salud, desde hiperactividad infantil hasta riesgos cancerígenos.
La Unión Europea, así como países como Australia y Japón, han restringido o prohibido ciertos colorantes debido a sus posibles peligros. Sin embargo, en EE.UU., la regulación ha sido más laxa, lo que ha impulsado a los estados a tomar medidas independientes.
Impacto en la industria alimentaria
La decisión de Virginia Occidental marca un precedente para otras regiones. California y Virginia aprobaron recientemente leyes para restringir seis colorantes en las escuelas públicas a partir de 2027. Mientras tanto, empresas como WK Kellogg Co. enfrentan críticas por no haber eliminado los colorantes artificiales en EE.UU., a pesar de haberlo hecho en otros mercados, como Canadá.
La Asociación Nacional de Confiteros advirtió que estas restricciones podrían elevar los costos de los productos y reducir la variedad en los estantes de los supermercados. Sin embargo, funcionarios estatales aseguran que la salud debe estar por encima de los intereses comerciales.
Un cambio inminente
Los distritos escolares de Virginia Occidental ya han comenzado a retirar gradualmente cereales y productos lácteos con colorantes, anticipando la entrada en vigor de la ley en agosto. Travis Austin, líder del servicio de alimentos de las Escuelas del Condado Cabell, destacó la importancia de la medida: «Si Froot Loops y Lucky Charms no cambian sus fórmulas, entonces no los compraremos».
El senador Jason Barrett, patrocinador de la ley, predice que otros estados seguirán el ejemplo: «Estamos enviando un mensaje claro a las grandes corporaciones alimentarias: la salud de nuestra gente es lo primero».
Con esta prohibición, Virginia Occidental se convierte en un líder en la regulación de aditivos alimentarios, impulsando una tendencia que podría cambiar la industria de los alimentos en todo Estados Unidos.