La organización civil Equifonía denunció este lunes, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que casi 15,000 niñas de entre 9 y 14 años quedaron embarazadas en México durante 2023 y los primeros nueve meses de 2024. Según los datos de la Dirección General de Información en Salud de la Secretaría de Salud, la cifra exacta es de 14,672 nacimientos de menores de edad, una situación que, según la organización, representa una grave violación de los derechos humanos.
Adriana Fuentes, coordinadora general de Equifonía, destacó que a estas niñas no se les garantiza el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, a pesar de que la legislación mexicana establece que todos los embarazos en menores de 15 años son producto de violencia sexual. «En lugar de ofrecerles orientación y las opciones disponibles, lo que hacen los médicos es brindarles solo control prenatal», señaló Fuentes en una entrevista con EFE.
El protocolo médico establece que cuando una niña embarazada es atendida en hospitales públicos, se debe notificar de inmediato a las fiscalías y a las procuradurías de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. Esto tiene como objetivo investigar posibles delitos sexuales y proteger a la niña, pero activistas denuncian que, en muchos casos, los hospitales solo realizan el control prenatal sin dar el seguimiento adecuado.
En 2023, el estado de Chiapas reportó la mayor cantidad de nacimientos de niñas menores de 15 años, con 863 casos, seguido por el Estado de México (802), Veracruz (605), Puebla (542) y Guerrero (452). De enero a septiembre de 2024, la cifra fue de 6,286 nacimientos, con los mismos estados encabezando la lista, aunque con un menor número de casos.
México ha enfrentado una grave crisis en términos de embarazo infantil y adolescente. A pesar de los esfuerzos previos, como la implementación en 2015 de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, el país sigue ocupando el primer lugar entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto a embarazos adolescentes. En 2023, México registró una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada 1,000 adolescentes de 15 a 19 años.
Fuentes destacó que el número de embarazos en niñas de 9 a 14 años es una clara muestra de que la meta de erradicar los embarazos infantiles y reducir en un 50% la tasa de fecundidad adolescente para 2030 está aún lejos de cumplirse. «Lo más conveniente es que las instituciones responsables de la atención de niñas víctimas de violencia sexual puedan tomar decisiones para interrumpir el embarazo de ellas, ya que está en riesgo su vida y salud», lamentó la activista.
El análisis de Equifonía también señala que en muchos casos, las niñas embarazadas son víctimas de abuso sexual por parte de familiares cercanos, incluso sus propios padres. Esto coloca a las menores en una situación de extrema vulnerabilidad y violencia, con consecuencias irreparables para su salud física y mental.
«Obligar a una niña a ser madre es una forma de tortura», concluyó Fuentes, subrayando el impacto devastador que tiene este tipo de violencia en la vida de las niñas afectadas.