Un equipo de investigadores de la Universidad Católica San Antonio, Murcia,está desarrollando un compuesto alimenticio que podría ayudar a frenar el envejecimiento celular y mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos. Liderado por Rubén Zapata y Rubén Rabadán, el grupo de investigación en Metabolismo y Regulación Génica de Enfermedades se centra en seleccionar componentes de alimentos que han demostrado tener efectos positivos sobre el envejecimiento, como los antioxidantes presentes en el brócoli, el champiñón y el arroz.
“No se trata de un elixir de la juventud, sino de mejorar la calidad de vida y retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento, como la diabetes o el cáncer”, aclaró Zapata en declaraciones a la agencia EFE. El objetivo no es prolongar la vida indefinidamente, sino añadir «vida a los años», enfatizando la importancia de vivir de manera saludable durante más tiempo.
La investigación, bautizada como “NutriAge+”, se encuentra en su primera fase, en la que se están probando los efectos de estos compuestos en modelos de células envejecidas. Posteriormente, los resultados se testarán en ratones ancianos, equivalentes a seres humanos de 70 años. Si los efectos anti-envejecimiento se replican en organismos vivos, se podría desarrollar un suplemento alimenticio que podría tomarse en forma de pastilla o añadir a productos como yogures y bebidas.
Este innovador proyecto ha recibido un financiamiento de 120 mil euros del Ministerio de Ciencia e Innovación y se extenderá por al menos tres años. Los investigadores destacan que, aunque el compuesto puede ser un complemento útil, no sustituye una dieta equilibrada y saludable, esencial para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
“El envejecimiento es un proceso complejo, donde intervienen múltiples factores celulares. Por eso, es fundamental atacar el problema desde una perspectiva multifactorial”, señaló Zapata. El equipo busca concentrar los beneficios de ciertos alimentos en un suplemento que ayude a favorecer un envejecimiento más saludable.
“No se trata de vivir 200 años, sino de vivir los años que tengamos con la mejor calidad posible”, concluyeron los científicos.