La ciencia mexicana vuelve a destacar en el escenario internacional. Un equipo de 33 investigadores de distintas partes del mundo, entre ellos cuatro científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), logró un avance sin precedentes: el desarrollo de un antídoto universal contra el veneno de serpiente, eficaz frente a 17 especies diferentes, incluidas las más letales del continente africano.
El hallazgo, publicado recientemente en la revista Nature, representa un hito en la lucha contra el envenenamiento por mordedura de serpiente, un problema que cada año cobra más de 7 mil vidas y provoca 10 mil amputaciones solo en el África subsahariana, según datos del propio estudio.
El proyecto fue encabezado por Andreas H. Laustsen, de la Universidad Técnica de Dinamarca, y contó con la participación de los mexicanos Edgar Neri Castro, Alejandro Alagón Cano, Alid Guadarrama Martínez y Melisa Benard Valle, todos del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
El innovador antídoto se basa en nanocuerpos, diminutas moléculas defensivas producidas por alpacas y llamas, que funcionan de manera similar a los anticuerpos humanos, pero con una ventaja clave: su tamaño reducido y su estabilidad permiten una acción más precisa y rápida contra los componentes tóxicos del veneno.
A diferencia de los antivenenos tradicionales, que se obtienen del plasma de animales hiperinmunizados como caballos, el nuevo tratamiento puede producirse íntegramente en laboratorio, con calidad controlada, menor riesgo de reacciones inmunológicas y un costo potencialmente más bajo, explicó Édgar Neri Castro a Comunicación Social de la UNAM.
Aunque el desarrollo se encuentra todavía en etapa experimental, los investigadores se muestran optimistas. Los próximos pasos incluyen pruebas en animales grandes y, posteriormente, ensayos clínicos en humanos.
Además, los expertos confían en que este antídoto de amplio espectro no solo neutralice los efectos del veneno, sino que también prevenga el necrosamiento de tejidos, una de las consecuencias más devastadoras de las mordeduras de serpiente.
Con este avance, la ciencia mexicana se consolida como protagonista en la innovación biomédica global, ofreciendo esperanza a miles de comunidades rurales del mundo que viven bajo la amenaza de un enemigo silencioso y letal.