En México, la edad promedio para adquirir una vivienda pasó de 29 a 39 años en las últimas tres décadas, de acuerdo con datos de El Economista. El encarecimiento de la vivienda, los salarios insuficientes y la falta de inventario asequible han convertido el acceso a un patrimonio en un reto cada vez más lejano para las nuevas generaciones.
En la Cumbre Inmobiliaria 2025, Ignacio Torres, cofundador y CEO de 4S Real Estate, recordó que en 2018 la edad promedio era de 32 años, mientras que hoy llega a los 39. “Los jóvenes deben prolongar su vida laboral antes de aspirar a un patrimonio propio”, advirtió.
Precios al alza y puertas cerradas
La Sociedad Hipotecaria Federal reporta que el precio promedio nacional de la vivienda en 2025 alcanza 1.8 millones de pesos, con un crecimiento anual de 8.2 %. Incluso en estados históricamente accesibles, como Durango, los precios ya superan el millón de pesos, cerrando la última opción de vivienda “económica”.
En ciudades como Monterrey, la situación es aún más crítica: la vivienda vertical por debajo de 4 millones de pesos es escasa y, en zonas como Cumbres, una casa difícilmente baja de 5 millones. Esto obliga a traslados de hasta hora y media diaria para quienes buscan alternativas más económicas fuera del área metropolitana.
Comprar es difícil, rentar ya tampoco es opción
El informe Situación habitacional de las personas jóvenes en México de la Conavi advierte que más del 40 % de los hogares jóvenes vive en renta, con una carga que en promedio absorbe un tercio de los ingresos mensuales. En la Ciudad de México y Querétaro, la proporción llega al 37 %, reduciendo al mínimo la posibilidad de ahorrar para un crédito hipotecario.
“Comprar una casa a los 29 años, como sucedía hace una década, hoy parece un recuerdo lejano. En promedio, habrá que esperar hasta los 39”, señala el informe.
Nuevos estilos de vida y ultra-diferenciación
Ante este panorama, especialistas destacan que la clave está en la ultra-diferenciación de proyectos. Torres apunta que los jóvenes valoran desarrollos con conexión a la naturaleza, espacios para el bienestar y comunidades mejor integradas al entorno laboral.
El Panorama Inmobiliario México 2025 de 4S Real Estate confirma que la vivienda vertical se ha convertido en la prioridad para los desarrolladores, desplazando incluso al sector industrial, y que los millennials representan ya dos tercios de la demanda nacional.
Retos y posibles salidas
El sector enfrenta altos costos de suelo, burocracia en permisos y déficit de vivienda asequible. Entre las estrategias planteadas destacan agilizar regulaciones, optimizar costos de construcción e incorporar tecnología y sustentabilidad.
Aun así, los especialistas coinciden en que los precios difícilmente bajarán; el reto será estabilizar el mercado y ofrecer productos que realmente respondan a las necesidades y posibilidades de las nuevas generaciones.