Redacción
Estados Unidos.- El lunes, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) emitió una exigencia de alto el fuego inmediato entre Israel y los militantes palestinos de Hamás, junto con la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Sorprendentemente, Estados Unidos se abstuvo en la votación, permitiendo que la resolución fuera aprobada con el apoyo de los 14 miembros restantes del Consejo.
La resolución, propuesta por los 10 miembros electos del Consejo, recibió el respaldo de la mayoría de los miembros, marcando un cambio en la posición de Estados Unidos. Anteriormente, Washington había utilizado su derecho de veto para proteger a Israel de las resoluciones que buscaban un alto el fuego durante la guerra de seis meses en la Franja de Gaza.
Esta decisión llega en un momento de creciente presión mundial para lograr una tregua en el conflicto, que ha cobrado la vida de más de 32 mil palestinos. La resolución del Consejo de Seguridad también hace un llamado urgente para ampliar el flujo de ayuda humanitaria y fortalecer la protección de los civiles en toda la Franja de Gaza, subrayando la necesidad de levantar todas las barreras para la prestación de ayuda humanitaria a gran escala.
Se informó que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, había amenazado con cancelar la visita de una delegación a Washington si Estados Unidos no vetaba la resolución. Sin embargo, la abstención de Estados Unidos marca un cambio significativo en su postura respecto al conflicto.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos se abstiene en una votación sobre el conflicto en Gaza; anteriormente, también había permitido la aprobación de resoluciones destinadas a aumentar la ayuda humanitaria y pedir pausas prolongadas en los combates. Mientras tanto, Rusia y China han vetado proyectos de resolución estadounidenses sobre el conflicto en dos ocasiones, mostrando la complejidad y la sensibilidad del tema en el escenario internacional.