Un avance sin precedentes en la medicina y la ingeniería biomecánica fue revelado este jueves por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT): se trata de una prótesis de pierna que se integra al cuerpo humano y puede ser controlada por el sistema nervioso del usuario, devolviendo no solo la movilidad, sino también la sensación de tener una extremidad natural.
La investigación, publicada en la revista científica Science, presenta un sistema llamado Prótesis Mecanoneural Osteointegrada (PMO), que combina tres innovaciones clave: un implante óseo, control neuromuscular directo y una interfaz músculo-nervio que restaura las señales sensoriales. Esta combinación permite al usuario sentir y mover la prótesis como si fuera parte de su cuerpo.
“Ya no hablamos de una herramienta externa que el ser humano utiliza, sino de una parte integral de su identidad física”, explicó Hugh Herr, líder del proyecto y profesor del MIT. “Esto representa un salto conceptual en la manera en que entendemos la relación entre el cuerpo y la tecnología”.
Reconectando músculos, recuperando sensaciones
En las amputaciones tradicionales, los músculos que operan en pares —agonistas y antagonistas— suelen ser seccionados, lo que interrumpe la retroalimentación al cerebro sobre la posición y movimiento del miembro. El nuevo enfoque quirúrgico, denominado interfaz mioneural agonista-antagonista, reconecta estos músculos en el muñón, permitiendo que sigan enviando señales sensoriales al sistema nervioso.
En pruebas clínicas realizadas con dos pacientes, el sistema permitió no solo caminar, sino controlar movimientos complejos como chutar un balón. Lo más sorprendente: los participantes reportaron una creciente sensación de corporeidad, es decir, comenzaron a sentir que la pierna artificial era realmente suya.
Tecnología que se siente como parte del cuerpo
Este avance representa un cambio radical frente a las prótesis actuales, que, aunque sofisticadas, suelen ser percibidas por los usuarios como herramientas externas. “Con esta integración de tejidos, cuando se le pregunta al usuario humano qué es su cuerpo, es mucho más probable que diga que la prótesis forma parte de sí mismo”, añadió Herr.
La tecnología PMO no solo mejora la movilidad, sino que redefine el concepto de identidad física y abre nuevas puertas hacia el desarrollo de extremidades artificiales plenamente funcionales y sensoriales. Para miles de personas en el mundo que han perdido una pierna, este desarrollo representa una promesa tangible de recuperar lo perdido: no solo caminar, sino volver a sentirse completo.