Redacción
Ecuador.- El empresario millonario Daniel Noboa se alzó con la victoria en el balotaje presidencial de Ecuador el domingo 15 de octubre, convirtiéndose a sus 35 años en el mandatario más joven en la historia del país. Ecuador se enfrenta a un aumento en la violencia relacionada con el narcotráfico, y el nuevo presidente asumirá la tarea de abordar este desafío.
Heredero de un imperio del plátano, Daniel Noboa ganó la elección con el 52% de los votos, superando a Luisa González, quien obtuvo el 48% de los apoyos y representaba al movimiento del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017).
La noticia de la victoria de Noboa desencadenó celebraciones en las calles de Quito y Guayaquil, marcando un fuerte revés para el correísmo, que ha perdido por segunda vez consecutiva en un balotaje presidencial después de años de popularidad.
Desde su casa en Olón, acompañado de su esposa embarazada y un sólido dispositivo de seguridad, Daniel Noboa expresó su compromiso de «devolverle la paz» al país, que ha sido afectado por la violencia, la corrupción y el odio.
La candidata evangélica Luisa González agradeció a Dios y reconoció su derrota en medio de arengas de sus simpatizantes en Quito. González había prometido una política de mano dura contra las bandas de narcotraficantes.
La seguridad fue una preocupación destacada durante la campaña, y tanto Noboa como González votaron llevando chalecos antibalas y bajo la custodia de guardias armados. Ambos candidatos compartieron el objetivo común de frenar la violencia en el país de 16.9 millones de habitantes, que se ha convertido en un centro de operaciones de carteles de droga internacionales en los últimos años.
Para garantizar la seguridad durante las elecciones, se desplegaron unos 100,000 militares y policías en todo el país. El Consejo Nacional Electoral reportó una participación del 82% de los 13.4 millones de ecuatorianos convocados a votar obligatoriamente.
Daniel Noboa asumirá la presidencia en diciembre y gobernará Ecuador durante casi 17 meses, hasta el final del mandato del presidente saliente Guillermo Lasso. Este período se considera una suerte de precampaña de cara a la elección presidencial de cuatro años en 2025.
El nuevo presidente, hijo de uno de los hombres más ricos del país, se presenta como un líder reservado y de pocas sonrisas. Su enfoque se centra en dinamizar la economía a través de facilidades de crédito y beneficios tributarios para las pequeñas y medianas empresas. Además, ha propuesto medidas para combatir la violencia, incluida la creación de barcos prisiones para aislar a los presos de sus redes criminales.
La violencia política también ha sido un tema preocupante en Ecuador, con asesinatos de dirigentes y candidatos. Noboa enfrenta el desafío de combatir la violencia que ha cobrado la vida de miles de personas en el país, con el aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico.
En un Congreso de mayoría opositora, el nuevo presidente enfrentará dificultades para implementar sus reformas en un país donde la pobreza ronda el 27% y la suma del desempleo y el subempleo alcanza el 26%. El voto joven, el desgaste del gobierno saliente y el creciente «anticorreísmo» explican la campaña que llevó a Daniel Noboa a la presidencia.