Redacción
México.- Autoridades federales ubicaron a Luis Cárdenas Palomino en un fraccionamiento de Naucalpan, Estado de México, con base en un largo seguimiento a familiares que finalmente lo visitaron.
Pese a sus 23 años de experiencia en la comunidad de inteligencia, Cárdenas bajó la guardia y permitió que fueran a verlo. Diez meses de paciente seguimiento a su ámbito familiar rindieron sus frutos y la madrugada de ayer los marinos lo atraparon.
Si bien fuentes allegadas al caso señalaron que ese fue el principal error del ex jefe policiaco, algunos vecinos del Fraccionamiento Paseo del Bosque describen que su estancia, si bien discreta, hasta cierto punto era relajada, la de alguien que hacía una vida normal.
Incluso, hay quienes dicen haberlo visto en más de una ocasión en un Porsche, sin aparente preocupación.
Y también coinciden en que lo visitaban personas que parecían ser sus familiares, en particular una mujer con unos menores.
Su estilo de vida no parecía corresponder a la de un personaje que las autoridades imaginaban agazapado, por ser prófugo en México y Estados Unidos, entre otras causas, por acusaciones de proteger a Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.
«Le gustaban los vehículos, yo lo vi en un Porsche, aquí en el fraccionamiento no llama la atención un carro de esos porque hay varios, sólo saludaba cuando coincidíamos y era amable. También salía luego en una camioneta, pero él no manejaba. Nosotros no sabíamos quién era hasta que hoy (ayer) en la mañana vimos su foto.
Otros moradores cercanos recuerdan que a las puertas de la residencia del ex jefe de Seguridad Regional de la Policía Federal llegaban camionetas Suburban blindadas, blancas y negras, con vidrios polarizados. Entraban y salían. Aparentemente lo visitaban.
A las 4:00 horas de ayer cuatro vehículos de la Secretaría de Marina ingresaron al fraccionamiento en completo sigilo. Nadie se percató del operativo hasta que unos golpes metálicos despertaron al vecindario de la cerrada. Eran el martilleo con el que los marinos quebraron la chapa de la puerta principal.
Cárdenas fue capturado con base en una orden de aprehensión por el delito de tortura, librada el 6 de septiembre pasado. Tenía la barba crecida, según recuerdan algunos entrevistados.
A las 4:50 horas los infantes de la Armada registraron oficialmente su aprehensión y lo trasladaron a instalaciones de la Fiscalía General de la República.
A las 12:20 horas ingresó al Penal del Altiplano, donde ahora se encontrará con muchos de los narcotraficantes y secuestradores que en su momento fue responsable de capturar.
Retiran pertenencias
Debido a que la FGR no aseguró la residencia en la que vivía Cárdenas Palomino, o al menos no colocó sellos de aseguramiento, ayer alrededor de las 12:40 horas dos hombres llegaron en una Suburban y se llevaron varias pertenencias del ex mando policiaco.
Una mujer encargada de la casa abrió la puerta y poco después los enviados salieron con varios objetos de valor, entre otros, una motocicleta BMW y un casco.
Al menos tres cuadros de pinturas al óleo de distintos tamaños, una cafetera, una licuadora y otros utensilios de cocina, fueron introducidos a la cajuela de la camioneta. También, unas maletas de viaje con carga pesada, un humidificador, una guitarra eléctrica con su bocina y mochilas infantiles.
Una hora más tarde, uno de los hombres arrancó la camioneta y se retiró del lugar, mientras que su compañero se colocó el casco y lo siguió en la motocicleta.
El inmueble no tiene sellos de aseguramiento, razón por la que estos bienes no estaban bajo resguardo de la autoridad y sus propietarios podían disponer de ellos.