Un equipo de científicos ha logrado un avance sin precedentes en el reciclaje de plásticos: convertir residuos de botellas de tereftalato de polietileno (PET) en paracetamol, utilizando una cepa común de la bacteria intestinal Escherichia coli (E. coli). El hallazgo fue publicado este domingo en la revista científica Nature Chemistry y podría revolucionar la manera en que se gestionan los residuos plásticos a nivel mundial.
Los investigadores descubrieron que una reacción química natural dentro de las células bacterianas, conocida como reordenamiento de Lossen, puede ser catalizada por moléculas de fosfato presentes en E. coli. A partir de este proceso, lograron transformar un derivado del plástico PET en un compuesto nitrogenado esencial, que sirvió como base para sintetizar paracetamol —uno de los analgésicos más utilizados en el mundo— con una eficacia del 92%.
Este avance es significativo por varias razones. En primer lugar, demuestra que los residuos plásticos pueden convertirse en productos farmacéuticos de alto valor mediante rutas biológicas, en lugar de procesos industriales altamente contaminantes que dependen de combustibles fósiles. Además, el procedimiento ocurre in vivo, en condiciones ambientales, sin ser tóxico para la bacteria.
“El uso de microbios para transformar residuos en recursos útiles representa una estrategia innovadora y sostenible”, afirmaron los autores del estudio. Añadieron que el proceso podría extenderse para producir otras moléculas industriales mediante ingeniería metabólica en bacterias.
Los microplásticos derivados del PET —como los de botellas descartadas— son uno de los contaminantes más persistentes y preocupantes en los ecosistemas, con impactos documentados en la salud humana, desde alteraciones hormonales hasta vínculos con varios tipos de cáncer. Esta nueva técnica podría ofrecer una solución doble: reducir la contaminación plástica y producir medicamentos de forma más ecológica.
Si bien se trata de una investigación en fase experimental, los científicos esperan que su descubrimiento marque el inicio de una estrategia global para transformar residuos plásticos en recursos de valor industrial y médico. También planean explorar la viabilidad del método con otras bacterias y tipos de plástico para ampliar el catálogo de productos que pueden obtenerse.
El estudio representa un nuevo horizonte para la biotecnología aplicada al medio ambiente, y podría tener implicaciones de largo alcance en la lucha contra la crisis global de los residuos plásticos.