Redacción
México.- Durante la construcción del Tren Maya, un ambicioso proyecto de infraestructura en México, se han realizado descubrimientos arqueológicos significativos en diversas regiones del sureste del país. Más de un centenar de tesoros subacuáticos, que incluyen estelas, incensarios, cuchillos, ornamentos, vasijas y estructuras, han sido encontrados en cuevas inundadas, cenotes, ríos y sistemas kársticos.
La investigadora Helena Barba Meinecke, responsable de la Oficina Península de Yucatán de la Subdirección de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha revelado que estos artefactos se exhibirán en dos nuevos museos este año. El Gran Museo de Chichén Itzá y el Museo de la Costa Oriental en Tulum serán los lugares donde los turistas podrán maravillarse con estas piezas inéditas.
Los trabajos de arqueología subacuática comenzaron en 2020, en medio de la pandemia, con la verificación de vuelos Lídar en los tramos del Tren Maya. El equipo de investigación ha logrado realizar en menos de dos años lo que normalmente tomaría una década, debido a los presupuestos limitados que históricamente ha tenido el INAH para la exploración en estas zonas.
Uno de los descubrimientos más destacados es una canoa encontrada en una cueva inundada en la comunidad de San Andrés, cerca de Valladolid, Yucatán. Esta canoa, posiblemente asociada a un entierro humano, representa un hallazgo único en su tipo, ya que nunca antes se había encontrado una canoa dentro de una cueva subacuática en la región.
Además de la canoa, se ha descubierto un pozo de 50 metros de profundidad cerca de Chichén Itzá, que contenía esqueletos y ofrendas. Estos hallazgos ofrecen una visión única de la vida y las prácticas rituales de las antiguas civilizaciones mayas que habitaban la región.
El equipo de investigación también ha encontrado rejoyadas, formaciones que se inundan estacionalmente, lo que sugiere la presencia de antiguas comunidades en estas áreas.
Este proyecto arqueológico no solo revela nuevos aspectos de la historia de la región, sino que también resalta la importancia de proteger y preservar el patrimonio cultural durante proyectos de desarrollo como el Tren Maya.