Redacción
Guanajuato.- Con profundo dolor, familiares y amigos de los ocho integrantes del grupo musical Los Chuparrecio que fueron encontrados calcinados la noche del martes 22 en la comunidad de San José el Nuevo, Celaya, se acercaron hasta la comunidad de Juan Martín para darles el último adiós.
Los restos de los hermanos José Juan, Francisco Javier y Luis Miguel fueron velados en la casa de sus padres, ubicada sobre la calle Plan de San Luis. En el domicilio de enfrente también fue velado el señor Armando, quién había dedicado la mayor parte de su vida a la música. Sobre la calle Francisco Villa, al mismo tiempo despidieron a Javier Pérez, de 51 años, y su hijo Francisco Javier, de 21.
A unos cincuenta metros, en otra vivienda de la comunidad, destacó la presencia de varios menores de edad. Ahí despidieron a Juan Diego Pérez Maldonado, un adolescente de 15 años que apenas estudiaba el segundo semestre del bachillerato. Había acompañado a los músicos como su ayudante, algo que según sus familiares casi no ocurría.
“Era un niño muy alegre, muy amigable. Le gustaban mucho los jaripeos, le gustaba ir a la escuela, al gimnasio, jugar futbol, tenía muchos amigos. Siempre lo invitaban y él nunca quería ir. Esta vez no sé por qué sí se animó a ir. Él nunca dijo que quería ser músico, sólo fue a ayudarles y mire cómo nos lo regresaron”, dijo su hermana al periódico Correo.
Todos fueron despedidos por sus seres queridos al ritmo de un repertorio de canciones de música regional mexicana, con sus ataúdes adornados con arreglos florales y fotografías de ellos con vida.
Entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, la Fiscalía General de Guanajuato entregó los cuerpos de los siete músicos que fueron encontrados calcinados y de otro miembro del staff.
La mañana del pasado 25 de marzo, el fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa, señaló que hasta el momento no hay ninguna línea de investigación sobre la masacre. Hace cinco días, Los Chupacierro viajaron desde el poblado Juan Martín a San José para ofrecer un concierto. La última vez que se les vio fue a las 15:00 horas.
Desde entonces no se volvió a saber nada de ellos. Sus familiares indicaron que esa tarde fueron contratados para ir a un evento a una comunidad cercana. Fueron hacia allá desde las tres de la tarde y debían regresa a eso de las nueve de la noche. El último contacto que tuvieron con sus seres queridos fue a las 15:45 horas.
Este domingo se realizó una misa de cuerpo presente con todas las víctimas de la masacre en el templo de la Virgen de Guadalupe en la comunidad de Juan Martín. Posteriormente se llevó a cabo la sepultura de los cadáveres en el panteón de la comunidad de Jofre.