En un nuevo giro en la política migratoria de Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció este lunes que ofrecerá un incentivo económico de mil dólares a inmigrantes en situación irregular que decidan autodeportarse voluntariamente utilizando la aplicación gubernamental CBP Home.
A través de un comunicado de prensa, el gobierno del expresidente Donald Trump detalló que el programa contempla, además del estipendio económico, asistencia para el viaje de regreso y la despriorización en procedimientos de detención y expulsión, siempre que la persona se registre y abandone el país sin intervención de las autoridades migratorias.
“Si estás aquí ilegalmente, la autodeportación es la forma más segura y económica de salir de Estados Unidos para evitar el arresto. El Departamento de Seguridad Nacional ahora ofrece a los extranjeros ilegales asistencia financiera para el viaje y un estipendio para regresar a su país de origen”, declaró Kristi Noem, secretaria del DHS.
El anuncio se enmarca dentro de una estrategia más amplia del gobierno republicano para reducir los costos de la deportación masiva, una de las principales banderas políticas de Trump. Según fuentes del propio departamento, el proceso tradicional de detención y deportación es altamente costoso y consume recursos humanos y logísticos significativos, lo que ha llevado a buscar mecanismos “más eficientes” para disminuir la presencia de migrantes sin documentos.
El nuevo esquema surge mientras la administración presiona al Congreso para incrementar sustancialmente el presupuesto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), encargado de ejecutar las órdenes de deportación. En paralelo, busca fomentar que más personas se acojan a medidas voluntarias de salida con menores consecuencias legales y administrativas.
Aunque el programa ha sido presentado como una “alternativa humanitaria y práctica”, organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes advierten que podría presionar indirectamente a los indocumentados a dejar el país bajo amenaza de acciones más severas si no cooperan con las autoridades.
Al cierre de esta edición, aún no se ha precisado cuántos recursos serán destinados al programa ni si se aplicarán filtros específicos por nacionalidad, historial migratorio o situación familiar.
El anuncio refleja una intensificación del discurso y las acciones migratorias del exmandatario Trump en plena coyuntura electoral, consolidando su promesa de “mano dura” como eje de su campaña.