El Año Nuevo 2025 comenzó con un espectáculo deslumbrante en las principales ciudades del mundo, marcando el fin de un año caracterizado por desafíos globales y esperanzas renovadas.
En Sídney, Australia, más de un millón de personas se congregaron para presenciar la icónica pirotecnia sobre el Puente de la Bahía, donde nueve toneladas de fuegos artificiales iluminaron el cielo. Ceremonias indígenas y una actuación liderada por el astro británico Robbie Williams añadieron emotividad a la celebración.
Nueva Zelanda, 18 horas antes de Times Square, inauguró el 2025 con un espectáculo desde la Sky Tower en Auckland, mientras tribus maoríes participaron en exhibiciones culturales que destacaron la importancia de los derechos indígenas.
En Asia, ciudades como Yakarta y Singapur destacaron por sus espectáculos de fuegos artificiales y drones. Sin embargo, en Corea del Sur, las festividades se redujeron debido al luto nacional tras el accidente de un vuelo de Jeju Air. Japón, por su parte, se prepara para celebrar el Año de la Serpiente con limpiezas rituales y figuras de serpientes sonrientes.
En Europa, París destacó con sus eventos en los Campos Elíseos, celebrando el espíritu olímpico tras los Juegos de 2024, mientras que Londres brilló con fuegos artificiales sobre el Támesis. Alemania y Roma, en cambio, enfatizaron mensajes de unidad y paz, con el papa Francisco liderando una misa especial en la Basílica de San Pedro.
América también vibró con las festividades. En Río de Janeiro, 2 millones de personas se reunieron en Copacabana para un espectáculo único. En Nueva York, Times Square revivió su icónica caída de la bola con actuaciones musicales, mientras que Las Vegas presentó por primera vez un espectáculo en el Sphere.
El 2025 llega con un mundo aún marcado por conflictos y esperanzas de reconciliación. Desde el Medio Oriente, donde las guerras y crisis económicas ensombrecen las celebraciones, hasta intercambios diplomáticos entre líderes como Vladimir Putin y Xi Jinping, el panorama global se mezcla entre desafíos y promesas de un futuro mejor.
Con Samoa Americana como el último territorio en dar la bienvenida al nuevo año, el mundo entra en 2025 con el deseo compartido de paz, prosperidad y resiliencia.