Un estudio en la provincia china de Sichuan ha revelado una conexión interesante: el consumo frecuente de alimentos picantes podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Esta investigación, publicada en el Chinese Journal of Epidemiology, analizó los hábitos alimenticios de más de 50 mil personas en Pengzhou durante 21 años.
El equipo de investigación, que incluye expertos del Colegio Médico de Chengdu y varios centros de prevención de enfermedades, descubrió que quienes comen picante seis o siete veces por semana tienen un 11% menos de riesgo de problemas cardiovasculares. Además, se encontró una reducción del 14% en la probabilidad de cardiopatías isquémicas y un 12% menos de riesgo de enfermedades cerebrovasculares.
El nivel de picante también influye en los beneficios. Las personas que prefieren el picante moderado tienen un 14% menos de probabilidad de desarrollar estas enfermedades, comparado con un 9% de quienes optan por el picante intenso. Si bien los investigadores aún no han determinado los mecanismos exactos detrás de estos resultados, los beneficios aparecen sin importar cómo se consuma la guindilla.
Este estudio coincide con investigaciones anteriores que destacan el papel de la capsaicina, el compuesto activo del picante, en la dilatación de los vasos sanguíneos y la reducción de la presión arterial. Sin duda, el picante no solo añade sabor, sino que podría ser un aliado en la salud del corazón.