Redacción
Vaticano.- En respuesta a las dudas planteadas por un obispo brasileño, la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano ha aclarado que una persona transexual puede ser bautizada «como el resto de los fieles» y ejercer como padrino o madrina de este sacramento, pero bajo ciertas condiciones.
El Vaticano publicó un documento firmado el 31 de octubre por el Papa y su prefecto, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, en el que se responden las cuestiones sobre la participación de personas transexuales y homosexuales en bautismos y bodas. Las respuestas reiteran en gran medida los principios fundamentales sobre esta cuestión que ya se habían expresado en un documento anterior de diciembre de 2018.
En primer lugar, el Vaticano sostiene que «un transexual, incluso si ha recibido tratamiento hormonal o una intervención quirúrgica de reasignación de sexo, puede recibir el bautismo en las mismas condiciones que el resto de los fieles». Sin embargo, se establece la condición de que no debe haber situaciones que generen un escándalo público o desorienten a los fieles, aunque el documento no proporciona detalles adicionales al respecto.
En el caso de niños o adolescentes con cuestiones de identidad de género, el Vaticano señala que, si están bien preparados y dispuestos, también pueden recibir el bautismo. No obstante, la Congregación recuerda que, cuando existan dudas sobre la situación moral objetiva de una persona, la Iglesia enseña que, si el sacramento se recibe sin un arrepentimiento por pecados graves, el sujeto no recibe la gracia santificadora a pesar de su carácter sacramental.
El documento también aborda la pregunta de si una persona transexual puede desempeñar el papel de padrino o madrina en un bautismo. Se indica que, bajo ciertas condiciones, se puede permitir que un transexual adulto que haya recibido un tratamiento hormonal o una cirugía de reasignación de sexo actúe como padrino o madrina. Sin embargo, esto no constituye un derecho, y la prudencia pastoral debe prevalecer para evitar situaciones de escándalo, legitimación inapropiada o desorientación en la comunidad eclesial.
En cuanto a ser testigo de un matrimonio, el Vaticano afirma que no hay nada en la legislación canónica universal vigente que prohíba que una persona transexual actúe como testigo en una boda.
Este pronunciamiento refleja la posición de la Iglesia en relación con la participación de personas transexuales en los sacramentos, reconociendo la importancia del bautismo como un medio para que Cristo se establezca en la vida de la persona y subrayando que la Iglesia es un lugar acogedor para todos.