Emilio Azcárraga Jean, quien ha dirigido el Grupo Televisa por dos décadas, dejará el cargo de consejero delegado en enero próximo, manteniéndose al frente del Consejo de Administración. La empresa anunció este jueves que Azcárraga, uno de los líderes más influyentes en la industria de medios de habla hispana, pasará el relevo a dos de sus principales asesores: Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, quienes fungirán como consejeros delegados conjuntos.
Televisa, la productora de contenidos en español más grande del mundo, también es uno de los principales proveedores de Univision. La noticia de los cambios en su cúpula directiva impulsó un alza en el valor de sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), con un incremento del 3.1% que dejó el precio en 9.25 pesos por acción, tras una baja del 4% en la jornada previa, según datos de Bloomberg.
Azcárraga, quien asumió el liderazgo de la empresa en 1997 tras el fallecimiento de su padre, Emilio Azcárraga Milmo, ya había dejado el puesto de director ejecutivo en 2017, aunque se mantuvo como presidente del Consejo. Además de este cargo, Azcárraga continuará supervisando la Fundación Televisa y el Club América, equipo de fútbol de primera división propiedad de la compañía.
La decisión se produce en un contexto desafiante para la industria de la radiodifusión. Televisa, que el año pasado reportó ingresos superiores a los cinco mil millones de dólares, enfrenta la competencia de nuevas plataformas como Netflix, Hulu, HBO y Amazon Video, que han captado a una gran parte de la audiencia joven, afectando los ingresos publicitarios tradicionales.
«Estamos en un momento de transformación que presenta grandes retos, pero también mayores oportunidades», declaró Azcárraga en un comunicado. Sus sucesores, Angoitia y Gómez, subrayaron su compromiso de liderar a Televisa en esta etapa de cambio, asegurando que trabajarán juntos para que la compañía continúe desempeñándose exitosamente en un entorno cada vez más competitivo.
La salida de Azcárraga de la dirección de Grupo Televisa marca el fin de una era para una de las mayores empresas de medios en América Latina y deja abierta una etapa de transición en la que Televisa deberá adaptarse a las nuevas dinámicas de consumo y distribución de contenidos para mantenerse a la vanguardia en la industria mediática.