El empresario chino Justin Sun, conocido por sus inversiones en criptomonedas y sus extravagantes compras, volvió a acaparar titulares al comerse un plátano adherido con cinta adhesiva, parte de la polémica obra de arte conceptual “Comedian”, del artista italiano Maurizio Cattelan.
La acción tuvo lugar este viernes en el lujoso hotel The Peninsula Hong Kong, donde Sun despegó la fruta de la pared frente a periodistas, diciendo: “Sabe mucho mejor que otros plátanos”.
Un plátano con historia en el arte moderno
La obra “Comedian” debutó en 2019 en Art Basel Miami Beach, generando un debate internacional sobre los límites del arte contemporáneo. Más allá del plátano físico, lo que se vende es el certificado de autenticidad, que otorga al comprador el derecho de recrear la obra usando una nueva fruta.
Sun adquirió el certificado en una subasta de Sotheby’s la semana pasada por 6.2 millones de dólares, describiéndola como una pieza que “une los mundos del arte, los memes y las criptomonedas”.
Comerse el plátano fue parte de lo que Sun calificó como una experiencia artística única, en la que buscó rendir homenaje a su lugar en la historia del arte y la cultura popular. La fruta que consumió fue adquirida localmente en Hong Kong, pero mantiene el valor simbólico del concepto original.
En un movimiento paralelo, Sun anunció esta semana su inversión de 30 millones de dólares en World Liberty Financial, el proyecto de criptomonedas lanzado en septiembre por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su familia. Tras su inversión, Sun se convirtió en asesor de la empresa, resaltando el compromiso de su plataforma TRON con la innovación y el apoyo a la economía estadounidense.
Sun no es ajeno a la controversia. El año pasado, fue acusado de fraude y violaciones a las leyes de valores por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. Aunque Sun calificó las acusaciones de infundadas, su estilo de negocios y sus decisiones, como la compra y posterior consumo del famoso plátano, continúan generando debate en el ámbito financiero y artístico.
“Comedian”, una obra que comenzó como una crítica al mercado del arte contemporáneo, sigue demostrando su capacidad para cuestionar los límites de lo que el arte significa en la era de los memes y las criptomonedas.