Redacción
Italia.- Un grupo de investigadores anunció este martes en Roma el hallazgo de un lienzo en un depósito de Ginebra que podría ser una obra inédita de Miguel Ángel Buonarroti. El lienzo, que recuerda al famoso «Juicio Universal» de la Capilla Sixtina, habría sido regalado por Miguel Ángel a Alessandro Allori, un pintor de su época, para decorar una capilla en Florencia.
La noticia fue presentada por el cura español José Manuel del Río y la historiadora cubana Amel Olivares, quienes han dedicado casi nueve años al estudio de esta obra. Durante una conferencia en la Asociación de la Prensa Extranjera de Roma, los investigadores explicaron que el lienzo, aunque más pequeño que el fresco de la Capilla Sixtina, guarda similitudes significativas con él.
Del Río, oficial de la Pontificia Comisión de Bienes Culturales, enfatizó la necesidad de cautela: «¿Quién puede decir al cien por cien que algo es lo que dice ser?». La intención es proporcionar elementos que permitan un análisis más profundo del dibujo.
Olivares y Del Río aseguran que este «Juicio Universal de Ginebra» es el único lienzo conocido de Miguel Ángel, quien lo habría entregado a Allori en 1560. Según los investigadores, Miguel Ángel y Allori mantenían una buena relación artística, facilitada por la conexión de Allori con el maestro manierista Bronzino.
El equipo realizó una reflectografía en el retablo de Allori en la Capilla Montauto, descubriendo una anotación en la que el joven pintor afirma haber copiado fielmente la obra de Miguel Ángel. Este hallazgo fortalece la teoría de que el boceto suizo es obra del renacentista.
Detalles del Lienzo
El lienzo de Ginebra, en tela de lino, presenta 33 figuras y emplea la técnica ‘non finita’, característica de Miguel Ángel. Tanto el boceto como el retablo muestran a un Cristo Juez sin barba, una iconografía que fue rechazada por el Concilio de Trento, lo que añade un elemento intrigante al análisis de la obra.
Entre las figuras del lienzo, los investigadores identificaron a un hombre canoso que, según la antropóloga Chantal Milani, presenta proporciones faciales prácticamente idénticas a las del retrato de Miguel Ángel de Iacopino del Conte. Este detalle sugiere que el artista pudo haberse retratado a sí mismo en la obra.
El lienzo, que ha pasado por varias manos en Florencia, aparece en un inventario de la familia Guadagni en 1792 y terminó en posesión de una empresa estadounidense, la cual ha financiado el estudio sin revelar su identidad.
El sacerdote y la historiadora han contado con la colaboración de Gianluigi Colalucci, renombrado restaurador de la Capilla Sixtina, fallecido en 2021. Los resultados de la investigación, junto con dos informes de Colalucci, se incluirán en un libro para que la comunidad de historiadores pueda evaluar la autenticidad y el significado del hallazgo.