En un hallazgo que podría redefinir nuestra comprensión del universo, el rover Perseverance de la NASA ha identificado en Marte rocas que podrían contener señales de vida microscópica antigua. Las muestras, recolectadas en la formación Bright Angel del valle de Neretva, presentan compuestos como carbón orgánico y partículas enriquecidas con fosfato y sulfuro de hierro, típicamente asociados a procesos biogénicos en la Tierra.
Joel Hurowitz, investigador principal de la Universidad de Stony Brook, destaca la importancia de un análisis detallado en laboratorios terrestres antes de hacer afirmaciones definitivas. «Sería asombroso demostrar que algo vivió en Marte hace miles de millones de años», comentó Hurowitz, subrayando que las características observadas podrían tener orígenes no biológicos.
El descubrimiento ocurre en medio de desafíos logísticos para el programa de retorno de muestras, con costos proyectados de 11 mil millones de dólares y posibles retrasos hasta 2040. Mientras tanto, Perseverance continúa su misión de recolectar muestras, habiendo ya recogido 30 hasta la fecha.
La comunidad científica observa con expectación, consciente de que confirmar una interpretación biogénica transformaría nuestro entendimiento de la vida en el universo. Sin embargo, incluso si las señales no son de origen biológico, el hallazgo ofrecería valiosas lecciones sobre las similitudes entre los procesos geológicos de Marte y la Tierra