La reciente aprobación de la ley estadounidense conocida como “One Big Beautiful Bill”, promovida por la administración del expresidente Donald Trump, ha generado un fuerte impacto para los ciudadanos peruanos y de otros países que deseen ingresar a Estados Unidos. Entre sus principales disposiciones, la norma establece una nueva “tasa de integridad de visa” de 250 dólares, monto que se sumará al costo ya existente para tramitar visas temporales de turismo, negocios o estudio.
Con esta medida, el precio total para obtener una visa B-1 o B-2 pasará de 185 a 435 dólares, es decir, más del doble del monto original, lo que representa aproximadamente 1,541 soles para los solicitantes en Perú. Esta política afectará directamente a turistas, empresarios y estudiantes que tenían previsto viajar próximamente a ese país y aún no han iniciado el trámite.
La ley contempla que este nuevo cargo sea reembolsable únicamente en casos específicos, como cuando el solicitante abandone Estados Unidos dentro de los cinco días posteriores al vencimiento de su visa. Diversas organizaciones defensoras de derechos de migrantes han calificado esta legislación como “uno de los marcos migratorios más restrictivos en términos financieros en la historia moderna”.
Además del incremento generalizado, se aplicarán nuevos costos para otros tipos de visas:
- Visa de estudiante (categorías F, J, M) deberá cubrir el pago adicional al sistema SEVIS de hasta 350 dólares.
- Programas de trabajo o intercambio cultural (H, L, O, P, Q, R) tendrán tarifas de 205 dólares.
- Visa para inversionistas (E): 315 dólares.
- Visa K para prometidos o cónyuges: 265 dólares.
También se establecen tarifas más altas para otros procesos migratorios: mil dólares para solicitar asilo, 550 dólares para permisos de trabajo y 1,500 dólares para el cambio de estatus a residencia permanente.
Por otro lado, la Embajada de Estados Unidos en el Perú anunció la entrada en vigor de un nuevo requisito de evaluación de redes sociales para solicitantes de visa en las categorías F, M y J (principalmente estudiantes y visitantes de intercambio). Esta medida, que forma parte del enfoque de “transparencia digital” del gobierno de Trump, implica una revisión exhaustiva del historial en redes sociales para evaluar la elegibilidad de los solicitantes.
Estas restricciones migratorias se implementan a menos de un año del Mundial de la FIFA 2026, del cual Estados Unidos será uno de los países sede, y en un contexto en el que los viajes internacionales de estadounidenses crecieron 8.8% el año pasado. En contraste, la participación de México en el mercado de viajes al exterior de EE.UU. cayó de más del 30% en 2020 a apenas 19% al cierre de 2024, mientras que Europa gana terreno como destino preferido.
La nueva legislación podría dificultar aún más el acceso de ciudadanos latinoamericanos a Estados Unidos, tanto por el aumento de costos como por el endurecimiento de los requisitos de admisión.