Silvia Pinal, destacada actriz, productora y política mexicana, falleció este jueves en la Ciudad de México a los 94 años, tras complicaciones de salud derivadas de una infección en las vías urinarias y el colapso de un pulmón. La noticia fue confirmada por Fuerza Informativa Azteca, seguida por un mensaje de condolencias de Televisa Univisión.
La artista pasó sus últimos momentos acompañada por sus hijos Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, así como por sus nietas Stephanie Salas y Camila Valero. Según informes, Pinal recibía cuidados paliativos en el hospital Médica Sur y había recibido los santos óleos poco antes de su partida.
Un legado artístico inigualable
Nacida en Guaymas, Sonora, el 12 de septiembre de 1930, Silvia Pinal marcó una época en la industria del entretenimiento. Fue una de las grandes divas del cine mexicano de la Época de Oro, participando en 86 películas, 33 programas de televisión y 49 obras de teatro.
Su trabajo con el cineasta Luis Buñuel en cintas como Viridiana (1961), ganadora de la Palma de Oro en Cannes, El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965), la consolidó como una figura de reconocimiento internacional. Además, Pinal es recordada por su icónico programa televisivo Mujer, casos de la vida real, que permaneció al aire durante 23 años abordando temas sociales.
Más allá del espectáculo
Silvia Pinal también incursionó en la política, siendo Senadora del Congreso de la Unión y representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su contribución cultural y social le valió múltiples premios Ariel y homenajes en vida, cimentando su lugar en la historia artística y política de México.
Un adiós al ícono
A Silvia Pinal le sobreviven sus hijos, nietos y biznietas, incluida la modelo Michelle Salas. Su legado, que abarca desde el teatro musical hasta su faceta como productora y musa del cine, seguirá siendo una referencia ineludible en la cultura mexicana.
La familia no ha confirmado los detalles de los servicios funerarios, pero la partida de Silvia Pinal deja un vacío profundo en el ámbito artístico nacional e internacional.