05 de Abril de 2021-. El médico de la sala de emergencias que confirmó la muerte de George Floyd tras intentar reanimarlo testificó hoy que en ese momento manejó la hipótesis de que el corazón del afroamericano dejó de latir debido a falta de oxígeno, luego de ser detenido violentamente por agentes de la policía en Minneapolis, en Estados Unidos.
El doctor Bradford Langenfeld, quien estaba esa noche en la sala de emergencias del Centro Médico Hennepin, declaró en el juicio a Derek Chauvin, el policía blanco acusado de matar a Floyd al aplastarle el cuello con su rodilla por varios minutos cuando intentaba arrestarlo.
Expertos debaten en juicio de Chauvin Langenfeld declaró que el corazón de la víctima dejó de latir incluso antes de llegar al hospital. Añadió que no se le informó de ningún intento de transeúntes o de policías de reanimar a Floyd, pero que los paramédicos le dijeron que trataron por unos 30 minutos.
Al ser interrogado por el fiscal Jerry Blackwell, el especialista en atención asistencial relató que con base en la información que tenía en ese momento, “era más probable que las otras posibilidades” que la parálisis cardíaca de Floyd se debió a la asfixia. Chauvin, de 45 años, está acusado de asesinato por la muerte de Floyd el 25 de mayo del año pasado.
El oficial es investigado tras el procedimiento que aplicó al ciudadano estadunidense por 9 minutos y 29 segundos. George Floyd, quien tenía 46 años, estaba esposado, boca abajo, en la calle frente a una tienda donde presuntamente intentó pagar por cigarrillos con un billete falso de 20 dólares.
La defensa argumenta que Chauvin actuó tal como fue entrenado y que la causa de muerte fueron el uso de drogas y los otros problemas de salud que tenía Floyd desde antes. Eric Nelson, abogado de Chauvin, le preguntó a Langenfeld si ciertas drogas pueden causar hipoxia, es decir, una falta de oxígeno.
El médico reconoció que tanto el fentanilo como las metanfetaminas, ambas sustancias halladas en el organismo de Floyd, pueden tener ese efecto. La oficina forense catalogó la muerte de Floyd como un homicidio, es decir, causada por otra persona.
El reporte oficial determinó que Floyd falleció de “parálisis cardiopulmonar, combinada con medidas de subyugación policial y compresión del cuello”.
Añade que la intoxicación con fentanilo y el uso reciente de metanfetaminas fueron “otras condiciones significantes” pero no “causa de muerte” del afrodescendiente.