Redacción
Suiza.- La FIFA ha tomado medidas en relación a la conducta del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, durante la final del Mundial Femenino. El comité disciplinario de la organización internacional del fútbol ha iniciado un expediente para evaluar si Rubiales violó las «normas básicas de conducta decente» y si su comportamiento «desprestigió el deporte del fútbol y/o a la FIFA».
La controversia surgió después de que Rubiales besara a la jugadora española Jenni Hermoso en la boca durante la ceremonia de entrega de trofeos y medallas después de la victoria 1-0 del equipo español sobre Inglaterra en Sydney, Australia. Además, se observó que Rubiales se agarró la entrepierna en un gesto de celebración en una zona exclusiva del palco, cerca de la reina Letizia de España y la infanta Sofía.
La FIFA ha expresado su compromiso con el respeto y la integridad de todas las personas y ha condenado enérgicamente cualquier comportamiento que viole estos valores. Aunque no se ha establecido un plazo para la decisión, el comité disciplinario de la FIFA puede imponer sanciones que van desde advertencias y multas hasta prohibiciones de participación en el deporte.
El sindicato de futbolistas que representa a Jenni Hermoso, la jugadora que recibió el beso sin permiso por parte de Rubiales, ha exigido que se tomen «medidas ejemplares» en respuesta a su comportamiento. Hermoso, una delantera de 33 años que fue una de las figuras clave en el Mundial, expresó su desaprobación del beso en un video en las redes sociales durante la celebración en el vestuario después del partido.
La Federación Española de Fútbol ha emitido declaraciones en nombre de Hermoso, pero luego se generó confusión sobre si estas fueron formuladas por la jugadora. Además del beso, el gesto de Rubiales al agarrarse la entrepierna también ha generado críticas y preocupaciones sobre la imagen pública de la Federación y del deporte español en general.
La presión sobre Rubiales está aumentando, y algunos líderes sugieren su dimisión o remoción debido a estas controversias. La conducta del presidente podría afectar la candidatura conjunta de España, Portugal, Marruecos y posiblemente Ucrania para organizar la Copa Mundial de la FIFA en 2030.