Redacción
Aguascalientes. – La muerte de Jesús Ociel Baena, el primer jurista de género no binario en México, ha dejado consternado al país después de que el fiscal general de Aguascalientes, Jesús Figueroa, informara que Baena fue asesinado a manos de su pareja, Dorián Daniel Nieves, quien luego se habría suicidado.
En declaraciones a Radio Fórmula y Milenio, el fiscal reveló que Baena, conocido como «le magistrade», presentaba 20 heridas de navaja en su cuerpo y fue encontrado sin vida en su domicilio en el estado de Aguascalientes. Nieves, su pareja, también fue hallado muerto con cortaduras en los dedos, presumiblemente causadas al sostener las armas homicidas, y una en su cuello, aparentemente autoinfligida.
La hipótesis del fiscal ha generado controversia y desconfianza entre las comunidades LGBTI y defensores de los derechos humanos. Organizaciones de todo México han realizado vigilias y protestas en más de 30 ciudades, acusando a la Fiscalía de intentar cerrar el caso bajo la etiqueta de «crimen pasional».
La movilización nacional exige una investigación exhaustiva con perspectiva LGBTI, y el Gobierno federal se ha sumado a la solicitud. El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Félix Arturo Medina, instó a aplicar criterios de interseccionalidad y perspectiva de género en el análisis del caso, pidiendo que no se descarten ninguna línea de investigación.
Baena, quien fue la primera persona de género no binario en ocupar una magistratura en un tribunal y en obtener documentos oficiales con su identidad, era reconocido por su activismo y defensa de los derechos humanos de la diversidad sexual. Su trágica muerte ha dejado un vacío en la lucha por la inclusión y la igualdad en México.