Pese a la entrada en vigor este domingo de la nueva ley antitabaco en Francia, que prohíbe fumar en playas, parques, jardines públicos y zonas de espera como paradas de autobús, muchos ciudadanos continuaron fumando al aire libre entre la confusión por la fecha de aplicación y el rechazo a una medida que consideran excesiva.
La normativa también se extiende a zonas cercanas a bibliotecas, centros deportivos y escuelas, como parte de una campaña nacional para crear más “espacios sin tabaco” durante la temporada estival. No obstante, este primer día dejó imágenes de fumadores incrédulos o desinformados, como Stéphane, quien desde la playa de Le Porge opinó: “Me parece un poco excesivo, los cigarrillos los metemos en el cenicero, no molesta a nadie”.
En la misma línea, Céline Pouillet, de 43 años, expresó su sorpresa en el lago de Burdeos: “Estamos al aire libre… es ridículo. Pensaba que la regla empezaba el 1 de julio y no hoy”.
No todos se mostraron en contra. Romain Boonart, otro bañista en Le Porge, respaldó la iniciativa por sus implicaciones para la salud: “Es bueno, sobre todo para los niños, así no quedan expuestos al humo”.
La medida contempla multas de hasta 135 euros por incumplimiento, que podrían elevarse hasta 750 euros (alrededor de 880 dólares), según detalló el Ministerio de Salud francés. No obstante, las autoridades han prometido una fase inicial de concientización antes de aplicar sanciones estrictas.
La implementación aún enfrenta retos logísticos. En los próximos días se definirá la nueva señalización con pictogramas oficiales para advertir a los fumadores sobre las zonas restringidas.
Sin embargo, persiste el escepticismo sobre su aplicación real. “¿Quién va a vigilar las playas?”, cuestionó Marie Laurent, una jubilada de 65 años en el lago de Burdeos. Aun así, reconoció que, como toda medida nueva, “la gente refunfuña, pero al final se acostumbra”.
La legislación forma parte de una estrategia más amplia del gobierno francés para reducir la exposición pasiva al humo de tabaco y promover ambientes más saludables, especialmente en entornos frecuentados por niños y familias.