Gabriela Ramos, actual subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, ha presentado formalmente su candidatura para dirigir el organismo de la ONU durante el periodo 2025-2029, con una propuesta centrada en tres pilares: innovación, inclusión e impacto.
En una conferencia pronunciada en Londres, la economista mexicana subrayó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura tiene una herramienta invaluable en su red de convenciones culturales, que puede ser clave para contrarrestar la polarización que se vive en distintas partes del mundo.
“La Unesco no resuelve conflictos políticos, pero tiene una maravillosa infraestructura cultural que puede ayudar a promover la igualdad, la diversidad y el progreso”, declaró. “La cultura tiene que servirnos para tender puentes, para apoyar a las comunidades en desventaja y para fomentar la creatividad y las industrias creativas”.
Ramos, quien ha desempeñado altos cargos en la OCDE y ha coordinado iniciativas globales en el G20, considera que la Unesco necesita modernizarse internamente. Propone una reforma institucional que haga al organismo “mucho más ágil en sus procesos y toma de decisiones”, así como la búsqueda de nuevas formas de financiamiento, como la emisión de ‘bonos culturales’.
En su discurso, Ramos fue enfática al afirmar que toda institución internacional debe demostrar su utilidad concreta: “Para mí no hay institución que sea válida si no puede demostrar en qué mejoró la calidad de vida de la gente”.
También se refirió a la importancia de mantener a Estados Unidos como miembro activo del organismo, pese a su historial de salidas y regresos. “Es nuestro deber demostrar el impacto y el valor que tiene la Unesco”, dijo, citando como ejemplo el proyecto que lideró sobre la regulación de la inteligencia artificial.
Junto a Ramos, compiten por la dirección general el egiptólogo Khaled El Enany y el congoleño Firmin Edouard Matoko, actual subdirector general del Sector Prioridad África y de Relaciones Exteriores del organismo. La elección se llevará a cabo en octubre de este año en París, sede central de la Unesco.
Ramos destacó que la ONU aún puede servir como un instrumento eficaz para “construir puentes” en un mundo cada vez más dividido, siempre que logre adaptarse a los tiempos actuales y demostrar un impacto tangible en la vida de las personas.