El gasto directo de los hogares mexicanos en salud se incrementó 37% entre 2018 y 2023, alcanzando un total de 751 mil 356 millones de pesos el año pasado, informó el Inegi a través de la Cuenta Satélite del Sector Salud de México (CSSSM) 2023. Este aumento refleja la creciente carga financiera que enfrentan las familias ante un sistema público debilitado.
En promedio, cada hogar destinó 19 mil 315 pesos a gastos médicos en 2023, frente a los 15 mil 798 pesos reportados en 2018. Más del 44% de estos recursos se destinó a la compra de medicamentos y otros bienes, seguido de servicios de apoyo (19.3%), hospitalarios (14.9%) y consultas médicas (14.9%).
Sin embargo, la aportación económica del trabajo no remunerado en cuidados de salud disminuyó 27% durante el mismo periodo, alcanzando un valor de 274 mil 694 millones de pesos en 2023. Este tipo de cuidados recayó mayoritariamente en mujeres, quienes contribuyeron con el 69.3% del tiempo total dedicado.
Panorama del sector salud
El Producto Interno Bruto (PIB) del sector salud en México se ubicó en 1.63 billones de pesos en 2023, equivalente al 5.1% del PIB nacional. Los servicios hospitalarios (25.8%) y los consultorios médicos (19%) fueron las actividades con mayor aportación al PIB sectorial.
En términos de empleo, el sector salud generó 2 millones 174 mil 418 puestos remunerados, representando el 5.3% del empleo total en el país. Los servicios hospitalarios y los consultorios médicos concentraron la mayor parte de estos empleos con 31.5% y 23.9%, respectivamente.
Por otro lado, el Inegi señaló que la oferta de bienes y servicios del sector salud alcanzó 3 billones de pesos en 2023. De esta cantidad, el 79.3% tuvo origen nacional, mientras que el 11.8% provino del extranjero. El sector Gobierno fue el principal comprador, adquiriendo el 36% de esta oferta, seguido por los hogares, que consumieron el 34.7%.
Impacto del debilitamiento del sistema público
El aumento en el gasto directo de los hogares coincide con las críticas al desmantelamiento del sistema de salud bajo la administración actual. La creciente dependencia de recursos propios para acceder a servicios médicos refleja las deficiencias en la atención pública y sugiere un desafío persistente en la cobertura de salud para las familias mexicanas.