Un nuevo descubrimiento arqueológico en la zona de Calakmul, Campeche, podría transformar la comprensión de la extensión y poderío urbano de esta antigua capital maya. Se trata de un panel tallado en piedra caliza que representa a un hombre probablemente cautivo, y que fue hallado hace tres días en el muro de un reservorio de agua, según informó Adriana Velázquez Morlet, directora del Centro INAH Campeche.
La pieza, de aproximadamente 1.20 metros de largo por 50 centímetros de ancho, habría formado parte de un gran programa escultórico de carácter bélico. Aunque se desconoce su ubicación original, su hallazgo —en una estructura hidráulica posterior— indica que en algún momento perdió su valor simbólico y fue usada como simple material de construcción.
El panel fue encontrado como parte de las investigaciones del Proyecto Arqueológico Bajo Laberinto, encabezado por la arqueóloga Kathryn Reese-Taylor. Hasta ahora, los estudios indican que el conjunto escultórico al que pertenecía puede fecharse entre los siglos VII y VIII d.C., periodo de apogeo de la dinastía Kaanu’l, que gobernó Calakmul y mantuvo rivalidades con poderosos reinos como Tikal y Dzibanché.
Las imágenes y glifos esculpidos muestran a figuras masculinas atadas, desnudas y en posiciones humillantes, en contraste con la elegancia ceremonial de los reyes mayas. Según Reese-Taylor, estas representaciones reflejan victorias militares y celebran el poder dinástico de Calakmul, aunque aún no se ha identificado al rey ni al adversario involucrado en el conflicto representado.
Velázquez Morlet destacó que este hallazgo se suma a otras evidencias que obligan a reconsiderar la concepción tradicional del sitio como un núcleo limitado. Gracias a estudios con tecnología Lidar, se ha revelado que Calakmul formaba parte de un vasto complejo urbano que incluía otras ciudades como Olvidado, Pared de los Reyes, Yaxnocah, Laberinto y Taxil.
“El descubrimiento fortalece el conocimiento sobre el programa iconográfico de los cautivos y nos habla de una narrativa de guerra y poder que aún estamos tratando de reconstruir”, dijo la directora del INAH Campeche.
Por su parte, el arqueólogo Armando Anaya, codirector del proyecto, coincidió en que las piedras esculpidas probablemente provinieron de palacios donde se exhibían originalmente, y fueron reutilizadas durante el periodo Clásico tardío, lo cual añade nuevas capas de complejidad histórica al análisis del sitio.
A medida que avancen los trabajos de limpieza, registro y análisis, los investigadores esperan identificar con mayor precisión los personajes, eventos y estructuras implicadas en esta pieza, considerada ya uno de los hallazgos más significativos en lo que va del año en la región maya.