La ONU ha declarado oficialmente una hambruna en Gaza, alertando sobre una situación «catastrófica» que afecta a más de 500 mil personas. Esta declaración marca la primera vez que se reconoce una hambruna en Medio Oriente, destacando la gravedad de la crisis en la región. La ONU acusa a Israel de obstaculizar la entrada de ayuda humanitaria, lo que ha exacerbado las condiciones en la Franja.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), una entidad de la ONU, confirmó que la hambruna está afectando principalmente al norte de Gaza y la Ciudad de Gaza. A pesar de las advertencias previas, la situación se deteriora rápidamente, con previsiones de empeoramiento en las próximas semanas. Tom Fletcher, director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, lamenta que esta crisis «podría haberse evitado».
Fletcher señala que la obstrucción sistemática por parte de Israel ha impedido la distribución de alimentos almacenados en las fronteras. El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, acusa al gobierno israelí de medidas restrictivas ilegales que han llevado a esta hambruna, calificando las muertes resultantes como «crímenes de guerra».
Por su parte, Israel rechaza las acusaciones de la ONU, calificando el informe de la IPC como un producto de las «mentiras de Hamás«, que, según ellos, ha manipulado la información para servir a intereses particulares. Esta respuesta refleja la complejidad del conflicto en la región y la dificultad de encontrar soluciones a la crisis humanitaria en curso.