Redacción
Estados Unidos.- La ciudad histórica de Lahaina en Hawai, que alguna vez fue la capital del Reino de Hawai, está siendo devastada por incendios forestales rápidos que han dejado un rastro de destrucción sin precedentes en lo que el gobernador calificó como el mayor desastre natural en la historia del estado.
Hasta el momento, al menos 55 personas han perdido la vida a causa de los incendios, y las autoridades admiten que es probable que alrededor de mil personas sigan desaparecidas. El gobernador Josh Green advirtió que el número de víctimas aumentará a medida que los equipos de rescate y búsqueda exploren las áreas dañadas, que comparó con la escena de una bomba.
Los incendios también han causado enormes pérdidas económicas, estimadas entre 8 mil y 10 mil millones de dólares por Accuweather. La magnitud de la destrucción ha conmocionado tanto a nivel local como nacional, y se espera que la reconstrucción tome años.
Las condiciones que llevaron a la propagación tan rápida de los incendios en Hawái son complejas. La chispa inicial que desencadenó los incendios ocurrió en medio de una sequía que afectó un vasto territorio cubierto de hierba invasora. Esta hierba se incendió en un momento en que los poderosos vientos provenientes de una zona de alta presión al norte se dirigían hacia el huracán Dora, una zona de baja presión al sur.
Aunque los científicos aún están estudiando las causas exactas, el cambio climático se ha señalado como un factor que está prolongando la temporada de incendios y aumentando las áreas quemadas en diversas partes del mundo.
Mojtaba Sadegh, experto en clima e incendios forestales y profesor asociado de Ingeniería Civil en la Universidad Estatal de Boise, resalta que el riesgo de incendios forestales ha aumentado significativamente en las últimas dos décadas. Un estudio reciente muestra que gran parte de este aumento proviene de incendios que afectan comunidades existentes en lugar de áreas nuevas, lo que subraya la necesidad de una preparación y prevención adecuadas para enfrentar estos desafíos.
La comunidad local y las autoridades, tanto estatales como nacionales, se encuentran en un esfuerzo conjunto para lidiar con los estragos causados por estos devastadores incendios forestales y planear la reconstrucción de las áreas afectadas.