Redacción
México.-Guanajuato, Veracruz, Zacatecas, Oaxaca, Puebla y Michoacán tienen el peor desempeño para que las mujeres participen en el mercado laboral, reveló un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
En esta evaluación se tomaron en cuenta indicadores como calidad del empleo, cobertura de cuidados, desigualdad de género en el trabajo remunerado y el grado de inseguridad.
La Ciudad de México es la entidad con mejor desempeño para que las mujeres participen en la economía remunerada, seguida de Baja California Sur, Nuevo León, Jalisco y Yucatán, de acuerdo con el estudio «Estados con lupa de género 2023», del Imco.
«En comparación con el año anterior, hubo algunos avances, como que hay más mujeres preparadas y se redujo la brecha laboral. Sin embargo, las mujeres son invisibles en cuanto a su crecimiento profesional pues no hay suficiente información de la participación que llegan a puestos de mayor jerarquía», advirtió el Instituto.
La Capital del país es la mejor evaluada porque tiene el mayor porcentaje de mujeres preparadas (59.9 por ciento) y el menor en embarazo adolescente (10.6 por ciento).
Además, es la segunda entidad con menor desigualdad en trabajo no remunerado (66.2 por ciento de horas de trabajo no remunerado que realiza una mujer en comparación a un hombre), casi siete puntos porcentuales abajo del nivel nacional.
El mayor reto está en la percepción de inseguridad de las mujeres en el transporte público, pues 36.6 por ciento dejó de usarlo porque se siente en riesgo.
En contraste, Guanajuato ocupó, por segundo año consecutivo, el último lugar de la medición con un nivel de desempeño bajo.
Es la entidad donde más mujeres trabajan jornadas largas y enfrentan altos niveles de violencia, con 14 homicidios dolosos y feminicidios por cada 100 mil mujeres.
Además, las mujeres perciben mayor inseguridad en el transporte público, lo que puede incidir en su decisión de ser parte del mercado laboral, expone el Imco.
Si se compara la evaluación de 2022 con 2023, la proporción de mujeres que tienen un empleo o están en búsqueda de uno subió de 44.2 a 45.1 por ciento a nivel nacional.
Pero 18 entidades federativas no logran recuperar el nivel de participación que tenían en 2019, antes de la pandemia.
La proporción de mujeres en pobreza laboral se redujo.
Asimismo, la brecha laboral se redujo en todas las entidades, es decir, hay menor proporción de mujeres que quieren trabajar y no pueden integrarse al mercado.
Sin embargo, la tasa de delitos sexuales aumentó, lo que refleja un entorno de mayor violencia para las mujeres.
En tanto, los estados disminuyeron la cobertura de cuidados infantiles y de adultos mayores y hubo un incremento en la desigualdad del trabajo no remunerado, acentuando la carga de las mujeres.