A pocas horas de que la Cámara de Diputados inicie el debate sobre el dictamen que propone aumentar la tasa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas saborizadas, la industria refresquera mexicana anunció una serie de acciones encaminadas a reducir el contenido de azúcar en sus productos y reforzar su compromiso con la salud pública.
Durante una conferencia realizada en San Lázaro, convocada por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, el presidente de la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb), Andrés Massieu Fernández, reconoció que el consumo excesivo de azúcar representa un desafío para el país y aseguró que el sector “está comprometido con ser parte de la solución”.
“Somos conscientes de los retos que enfrenta el país en materia de sobrepeso y obesidad, problemas que tienen un origen multifactorial. Por ello, continuaremos innovando y reformulando nuestros productos para ofrecer opciones más saludables”, señaló Massieu Fernández.
El representante del sector adelantó que las empresas ampliarán su portafolio de bebidas bajas o sin calorías, lanzarán nuevas presentaciones y reforzarán sus compromisos de autorregulación publicitaria, con especial enfoque en la protección a la infancia y el consumo informado. Cada compañía, puntualizó, determinará los mecanismos específicos para aplicar estas medidas.
Por su parte, Patricio Caso Prado, director senior de Asuntos Gubernamentales de Coca-Cola México, subrayó que la industria de alimentos y bebidas debe asumir un papel activo en la transformación hacia hábitos de consumo más equilibrados.
En ese sentido, anunció que Coca-Cola FEMSA, Arca Continental y Jugos del Valle-Santa Clara se comprometieron a reducir en 30% las calorías de sus bebidas en un plazo máximo de un año, iniciando con las presentaciones de mayor tamaño. La meta es que el 70% del volumen comercializado en el país cumpla con esta reducción calórica.
Para alcanzar dicho objetivo, las empresas impulsarán estrategias comerciales que incentiven el consumo de versiones sin azúcar y limitarán la publicidad dirigida a menores de 16 años, enfocando los mensajes en productos familiares o de consumo grupal.
Además, Caso Prado adelantó que la industria trabajará de la mano con la Secretaría de Salud en un proyecto piloto para promover el consumo de bebidas reducidas en calorías. Entre las iniciativas más destacadas figura la renovación de Coca-Cola Zero, que tendrá una presencia protagónica en la próxima Copa Mundial de Futbol, como parte de su campaña de posicionamiento saludable.
El anuncio ocurre en un momento clave para el sector refresquero, que busca mantener su competitividad ante la inminente discusión legislativa sobre el aumento del IEPS, un impuesto diseñado para desalentar el consumo de productos con alto contenido calórico.