El doctor Iván Girón, titular del Laboratorio Nacional para la Investigación de la Inocuidad Alimentaria (LANIIA), ha anunciado el inicio de una investigación sobre las mutaciones del mosquito Aedes aegypti, principal transmisor del dengue, para evaluar su creciente resistencia a los plaguicidas utilizados en el estado de Nayarit.
«Al igual que las bacterias con los antibióticos, los mosquitos se van haciendo más resistentes a los plaguicidas por su uso constante, lo que provoca que los insectos se adapten y acumulen mutaciones», explicó Girón en una entrevista con Aristegui Noticias. El proyecto fue presentado a la Secretaría de Salud de Nayarit, con el objetivo de establecer una colaboración para evaluar el número de mutaciones en los mosquitos y la efectividad de los productos químicos usados en su control.
El investigador advirtió que los plaguicidas utilizados en gran parte de México «ya no son eficaces», y los mosquitos Aedes aegypti no están muriendo. Esta resistencia plantea un reto importante en el combate contra el dengue, una enfermedad que ha visto un preocupante aumento en el país.
De acuerdo con el Panorama Epidemiológico de Dengue 2024, hasta la semana 38 del año se confirmaron 64,815 casos de dengue en México, un incremento del 178.4% en comparación con el mismo periodo de 2023. Los estados más afectados incluyen Jalisco, Guerrero, Morelos, Veracruz y Michoacán, concentrando el 40% de los casos.
Girón destacó que las investigaciones sobre los plaguicidas muestran que incrementar su concentración no es una solución viable, ya que la toxicidad de estos productos representa un riesgo para la salud pública y el medio ambiente. Entre los productos utilizados por las autoridades de Nayarit para la fumigación están el Malation y el Pirimifos Metil, conocidos por su alta toxicidad.
El doctor subrayó la importancia de explorar métodos alternativos de control, como el uso de citronela y la prevención mediante la eliminación de criaderos de mosquitos. Asimismo, mencionó que la fumigación solo debe utilizarse como una medida de emergencia, cuando se alcanzan ciertos niveles de incidencia de casos, según las recomendaciones del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
Finalmente, Girón advirtió sobre los riesgos a largo plazo de la exposición crónica a los plaguicidas, que pueden afectar el sistema inmunológico y estar relacionados con enfermedades graves como el cáncer, Alzheimer y Parkinson.