Redacción
México.- La mexicana Katya Echazarreta, la primera mujer de este país en ir al espacio, reveló el sábado 23 de julio que su próximo reto es viajar a la Luna en alguna misión de la NASA, donde trabaja desde hace cuatro años.
“Como esa niña de siete años que dijo que quería ir al espacio, ahora les digo como mujer de 27 (años) que yo voy a ir a la Luna”, dijo en una conferencia en el festival de tecnología e innovación Talent Land, que concluye este domingo en la ciudad de Guadalajara.
En una charla con estudiantes de ciencias y tecnología, la joven astronauta lamentó que los talentos en las áreas científicas sean desaprovechados en México y que no exista suficiente apoyo a quienes quieren dedicarse a carreras enfocadas al estudio del espacio.
En junio pasado, Echazarreta se convirtió en la primera mujer mexicana en viajar al espacio exterior como parte de la misión Blue Origin NS.21 a bordo de la nave espacial New Shepard.
La ingeniera eléctrica de profesión contó que haber participado en la misión le cambió la perspectiva y la hizo sentirse “ciudadana de un planeta y no solo de un país”. Con ello surgió la intención de ayudar y de generar las condiciones para que más mexicanos puedan hacer lo mismo que ella.
“Me he dado cuenta de muchas cosas, entre ellas que desde que fue al espacio Rodolfo Neri Vela han pasado más de 30 años antes de que participara en esta misión y yo no quiero que pasen otros 30 o 40 años para que un niño (mexicano) pueda ir al espacio”, expresó.
México en el espacio
Reveló además que tiene el plan de crear una organización en México que apoye a la industria espacial y ayude a crear a los próximos astronautas.
“Hay tanto talento en México y el país no lo está usando. Lo más importante es crear estas instituciones como las que platiqué, pero los demás lo que podemos hacer es apoyar cuando vemos que alguien está tratando de crear iniciativas. He notado mucho que las personas dicen que no hay apoyo pero hay que cambiar esa mentalidad”, indicó.
Ante un auditorio lleno, Echazarreta contó la historia de cómo logró llegar a la NASA pese a ser una mujer mexicana migrante a quien le decían que no podría dedicarse a la ciencia y muchos menos ir al espacio.
Alentó a los jóvenes a no darse por vencidos, a perseguir sus metas y a no dejarse llevar por la sensación de que no pertenecen a algún lugar.
“Si ustedes sienten y piensan que no deberían estar ahí, los entiendo, cuando se estudia ingeniería, cuando se estudia ciencia, tan solo sientes que no lo mereces, que no vas a poder pero lo más importante es no perder el enfoque”, recalcó.