Redacción
México.- La Michelada, una bebida mexicana que combina cerveza, limón, sal y diversas salsas picantes, ha logrado posicionarse en el codiciado top 50 de los mejores cócteles del mundo, según el prestigioso sitio gastronómico Taste Atlas. Aunque en México se considera más una tradición que un cóctel, su impacto en la escena internacional ha sido notorio.
Esta mezcla refrescante y picante, compuesta por cerveza, jugo de limón, salsa inglesa, jugo Maggi y hielos en un vaso escarchado con sal o chile piquín, ha conquistado paladares de todo el mundo, destacando con una calificación de 4 de 5 estrellas en el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana.
El origen de la Michelada es un tema de debate en México. Según Cerveceros de México, esta bebida es un invento 100% mexicano, atribuyendo su creación al Club Deportivo Potosino en San Luis Potosí, donde se dice que un miembro del club llamado Michel Ésper la pedía con limón, sal y hielo. Sin embargo, otros argumentan que el nombre proviene de «Mi chela helada», sugiriendo un origen más popular y regional.
En el ámbito nacional, también existe una distinción entre «chelada» y «michelada». La primera se caracteriza por contener cerveza con hielo, sal y limón, mientras que la segunda incorpora salsas picantes que le otorgan un sabor más intenso. En algunas regiones de México, se ha llevado esta tradición un paso más allá, escarchando el vaso con chamoy y una variedad de chiles en polvo de sabores como uva, mora azul y piña, entre otros.
La Michelada no está exenta de controversia. Algunos puristas argumentan que esta mezcla de sabores enmascara el sabor característico de la cerveza. Sin embargo, a medida que la Michelada ha evolucionado, han surgido nuevas variantes como las «gomichelas», que incorporan gomitas dulces o de chile como acompañamiento, ya sea en forma de brochetas o alrededor del vaso.
Una de las variaciones más originales y curiosas es la «Licuachela», donde la cerveza se sirve en un vaso de licuadora junto con ingredientes dulces y picantes. El vaso se escarcha con chamoy y chile en polvo, siguiendo la tradición de la michelada. Esta variante demuestra la creatividad y versatilidad que caracterizan a esta bebida mexicana.