México.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha manifestado su preocupación por las extensas jornadas laborales en México. Según los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), cerca de 4.8 millones de empleados en el país trabajan más de 56 horas por semana, superando el límite legal establecido, lo que equivale al 12% de todos los asalariados.
Axel Eduardo González, coordinador de Datos de México, ¿Cómo Vamos? (MCV), sostiene que esta situación es un problema histórico del mercado laboral mexicano. «La prolongación de las jornadas laborales es una cuestión estructural que debe abordarse desde una perspectiva de política laboral», afirma González.
La reforma a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas, que tipifica las jornadas laborales excesivas como delito de explotación laboral, ha intensificado el debate sobre este tema. Desde junio, las jornadas que exceden las horas extraordinarias permitidas por la Ley Federal del Trabajo (LFT) se consideran un delito, con implicaciones legales que incluyen penas de cárcel y sanciones económicas.
Especialistas como Ana Bertha Gutiérrez, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), coinciden en que las largas jornadas laborales impactan negativamente en la productividad. «A pesar de que suene contraintuitivo, las jornadas que permiten un mejor balance entre trabajo y ocio llevan a una mayor productividad», señala Gutiérrez.
La OCDE ha clasificado a México como el país donde las personas destinan más horas al trabajo, laborando en promedio 26.6% más que la media de las economías que integran la organización. Esta realidad sitúa a México junto a economías como Malasia y Turquía, lejos de los estándares laborales de países como los Países Bajos y Dinamarca, donde la jornada laboral promedio es significativamente menor.
La extensión de las jornadas laborales no solo afecta la productividad, sino que también representa un riesgo para la salud de los trabajadores, según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, sectores como el de servicios y la industria manufacturera son los más afectados, con un alto porcentaje de empleados trabajando más horas de las permitidas.
El debate sobre la reducción de la jornada laboral en México ha cobrado fuerza, con propuestas para disminuir el límite legal de 48 a 40 horas por semana. Sin embargo, la implementación de esta reforma enfrenta desafíos y requerirá un régimen de transición gradual y flexible, según la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.
La discusión sigue abierta, y la OCDE insiste en la necesidad de abordar este tema para mejorar la calidad de vida de los trabajadores mexicanos y aumentar la productividad del país.