La Virgen de Guadalupe, símbolo religioso y cultural de México, ahora también será una marca registrada. La Basílica de Santa María de Guadalupe, A.R., presentó 29 solicitudes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para obtener la protección legal de la imagen que, según la tradición, apareció en el ayate de San Juan Diego.
La medida busca frenar la proliferación de réplicas “piratas”, muchas de ellas importadas desde fábricas en China y distribuidas en mercados informales de México, particularmente en las inmediaciones del Tepeyac, según publica Forbes de México.
La Virgen en cafés, joyas, software y bebidas alcohólicas
De acuerdo con la documentación en poder de Forbes México, la abogada de la Basílica, Maribel Camacho Borja, tramitó registros que abarcan desde alimentos como café, té, cacao, harinas, miel, vinagre y salsas; hasta artículos de joyería, sombreros, adornos para el cabello, muebles, bolsas, paraguas, velas, y hasta bebidas alcohólicas y aplicaciones de software.
“Esta imagen es copia fiel del sagrado ayate de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin y certifica su autenticidad”, se lee en cada solicitud presentada el 21 de abril de 2025 con la firma y consentimiento del arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes, y del rector de la Basílica, Efraín Hernández Díaz.
Una marca contra la piratería
Santiago Nieto Castillo, director del IMPI, confirmó que la petición fue hecha directamente por la rectoría de la Basílica.
“El registro de la marca de la Virgen de Guadalupe fue a petición de la rectoría (…) para detener la introducción de Vírgenes piratas chinas”, explicó.
El antecedente más cercano se remonta a 2002, cuando el ciudadano chino Wu You Lin intentó registrar una imagen muy similar a la Guadalupana para comercializar juguetes, artículos deportivos y adornos navideños. Su marca perdió vigencia en 2012.
Un símbolo convertido en sello comercial
Los registros actuales contemplan la comercialización de la imagen de la Virgen en joyas, relojes, rosarios, ropa, accesorios, encajes, muebles, utensilios de cocina, productos de papelería, software, equipos ópticos y electrónicos, e incluso ropa para mascotas.
La Basílica argumenta que el objetivo no es lucrar con la devoción, sino proteger el símbolo religioso más importante de México de usos indebidos y asegurar que los artículos con la imagen guadalupana cuenten con un sello oficial de autenticidad.
En paralelo, Televisa mantiene los derechos de la marca La Rosa de Guadalupe, lo que ilustra la importancia cultural y mediática que rodea al icono mariano.
Más que fe, un patrimonio nacional
Con más de 20 millones de visitantes al año, la Basílica de Guadalupe es el santuario mariano más concurrido de América y uno de los principales centros de peregrinación del mundo. Convertir a la Virgen de Guadalupe en marca registrada marca un precedente en la forma en que la Iglesia mexicana busca proteger la fe y el patrimonio cultural frente a la globalización y la piratería.
Con información de Forbes